Esta vez, artesanos, comerciantes y pequeños empresarios salieron a las calles. Había 60 -según los organizadores- hoy en Roma, en la Piazza del Popolo, para pedir al Estado menos impuestos y menos burocracia. Vinieron de toda Italia, especialmente del noreste del país.
El evento fue organizado por Rete Imprese Italia, una asociación que reúne a Confesercenti, Casartigiani, Cna, Confartigianato y Confcommercio. Una protesta pacífica para pedir un cambio en la política económica italiana.
La movilización también recibió el visto bueno de la CGIL, aunque con algunas aclaraciones. La secretaria sindical Susanna Camusso explicó: “Las empresas tienen razón en protestar porque están en apuros, son muchísimas y representan casi la cuarta parte de nuestro sistema productivo. Este sistema está en crisis también por quienes han invertido poco y han volcado sus recursos a financiar en lugar de actividades productivas”.
El descontento de las pymes responde a números muy concretos. En los últimos cinco años, ha habido un promedio de 2013 cierres por día. En el primer semestre de 12, las quiebras y concursos aumentaron un 66%. La incidencia de la tributación sobre los beneficios es del 20%, un 30% más que la media europea. Y la burocracia, informa Rete Imprese, cuesta a las pequeñas y medianas empresas XNUMX mil millones de euros al año.