comparte

Claras y transparentes, así son las nuevas cuentas corrientes bancarias según la propuesta de la UE

Más transparencia, más sencillez, más claridad, menores costes: estas deben ser las características de las cuentas corrientes bancarias según una propuesta de directiva de la Comisión Europea.

Claras y transparentes, así son las nuevas cuentas corrientes bancarias según la propuesta de la UE

Cuentas corrientes bancarias más transparentes, con reglas más homogéneas, más sencillas, más claras, especialmente en lo que respecta a los costes de gestión por parte de los titulares de cuentas corrientes. A quién habrá que garantizarle una mayor posibilidad de comparar las condiciones que ofrecen los distintos bancos en su propio país pero también en los demás estados miembros de la UE, y una mayor facilidad tanto para abrir como para cerrar una cuenta. Es lo que pide la Comisión Europea en una propuesta de directiva presentada hoy en Bruselas por los comisarios Michel Barnier (Mercado Único y Servicios) y Tonio Borg (Consumidores y Sanidad).

“En el mundo actual, no tener una cuenta corriente encarece y complica la vida diaria. Y esta propuesta de directiva pretende precisamente simplificar la gestión de los ingresos y gastos de todos los ciudadanos europeos, permitiéndoles comparar las diferentes ofertas en términos de condiciones y costes de los bancos de los 27 países de la UE y, en consecuencia, elegir la más conveniente para sus necesidades. cada uno”, dijo Barnier al presentar la propuesta.

“De un estudio reciente realizado en Europa - dijo Borg - se supo que, de un centenar de titulares de cuentas corrientes que tenían la intención de cambiar de banco, hasta 19 se dieron por vencidos debido a las complejidades procesales tanto para las salidas como para las entradas. Ahora bien, una vez que esta directiva haya sido aprobada en la Unión Europea y posteriormente implementada por los Estados miembros de la UE, convertirse en titular de una cuenta bancaria será un derecho para todo ciudadano europeo y dejará de ser una facultad”.

En un contexto global en el que el uso de efectivo está disminuyendo progresiva y rápidamente – subrayaron ambos comisarios – tener una cuenta bancaria se convierte cada día más en una necesidad indispensable. Más aún en el contexto europeo, donde el mercado único, ante un importante crecimiento de las compras online (piense, por ejemplo, en el pago de billetes de avión, tren o estancias hoteleras), ha derribado barreras hasta en unos pocos años hace insuperable. Pero hasta ahora no ha sido lo suficientemente capaz de permitir a los consumidores gastar menos gracias a una comparación cada vez más fácil entre diferentes ofertas.

El texto de la directiva propuesta por la Comisión se refiere principalmente a tres áreas. La primera tiende a transparentar los costos de manejo de una cuenta corriente. Y, por lo tanto, subraya la necesidad de que los titulares de las cuentas dispongan en primer lugar de un documento informativo que contenga una lista clara de los servicios ofrecidos y los gastos relativos a cada uno de ellos. A continuación, un estado de cuenta detallado de los gastos cargados al cliente por cada una de las operaciones realizadas en los doce meses anteriores. Además, a solicitud del titular de la cuenta, un glosario de términos (comprensible y estandarizado) contenido en estos documentos. Y por último, cada Estado miembro tendrá que abrir una web que contenga al menos un cuadro comparativo entre las distintas ofertas, elaborado por una entidad independiente.

La segunda área de la directiva se refiere a los costos asociados con cerrar una cuenta corriente en un banco y abrirla en otro. En primer lugar, cuando un cliente solicite la transferencia total o parcial de las órdenes de pago (como, por ejemplo, la domiciliación de recibos o las transferencias electrónicas periódicas), el banco deberá interrumpir de inmediato los cargos correspondientes a los gastos relacionados. El procedimiento debe completarse dentro de los 15 días (30 si los dos bancos están en diferentes Estados miembros de la UE). Y los titulares de las cuentas deberán haber sido previamente informados de las condiciones relativas al cambio de entidad de crédito, que en todo caso deberá ser gratuito.

La tercera área indica las condiciones relativas a la apertura de una cuenta corriente, que debe permitirse a todos los ciudadanos europeos y, por tanto, no solo a los residentes. Y, en este sentido, cada Estado miembro deberá asegurarse de que al menos uno de los bancos presentes en su territorio debe poder aplicar las condiciones básicas de las cuentas corrientes en el país de residencia del cliente a los titulares de cuentas corrientes en otro Estado de la UE. Finalmente, el proyecto de directiva enumera los servicios esenciales mínimos conectados a una cuenta bancaria: retiros de dinero, transferencias bancarias y una tarjeta de crédito.

Al tratarse de una directiva, las nuevas normas contenidas en el borrador de la Comisión no entrarán en vigor automáticamente una vez finalizado el proceso legislativo europeo, como sí ocurre en el caso de un reglamento. Pero habrá que transponerlas a la legislación de cada uno de los Estados miembros. Esto obviamente significará tiempos más largos para su implementación. Pero mientras tanto, como le dicen a la Comisión “la suerte está echada”.

Revisión