Fitch rebajó la calificación crediticia de Chipre a basura. La evaluación de los bonos del gobierno del país pasa de BBB- a BB+, el voto reservado a los infames bonos basura. Una fiesta para la especulación. El downgrade, que sigue al que ya ha llegado por Moody's, refleja “un aumento concreto en las necesidades de capital que se espera que los bancos de Chipre necesiten debido a su exposición a las principales instituciones griegas”, dijo Fitch en un comunicado.
Pero eso no es suficiente. La perspectiva de la calificación de Chipre sigue siendo negativa: por lo tanto, podrían ocurrir más rebajas en el futuro. En los últimos días, varias filtraciones de prensa habían definido la posibilidad como "altamente probable". Chipre se ve obligado a pedir ayuda financiera a la Unión Europea.
La semana pasada el ministro de Hacienda chipriota, Vassos Shiarly, había admitido la urgencia de un plan de ayuda internacional para recapitalizar los bancos. Las últimas estimaciones sobre los fondos que necesita el sector bancario hablan de un compromiso superior a las previsiones iniciales, que a su vez señalaban una cifra entre el 5 y el 10% del PIB. Según algunas fuentes, el paquete de ayuda para Chipre rondaría 3-4 millones de euros.
Amadeu Altafaj, portavoz del vicepresidente de la Comisión Europea Olli Rehn,, sin embargo, había hecho saber que "no ha llegado ninguna solicitud de ayuda de Chipre, ni hay indicios de que vaya a llegar", aunque el país vive desequilibrios y la situación es "muy compleja".
