Humo negro del cónclave entre Nicosia y Moscú. Después el no del parlamento chipriota a las medidas impuestas ayer por la UE a cambio del rescate de 10 millones el ministro de Hacienda de la isla, Michalis Sarris, voló a Rusia para tratar de obtener apoyo económico del Kremlin (la noticia la había dado a conocer la agencia de noticias Interfax). Por el momento, sin embargo, no hay acuerdo y las negociaciones continúan.
Sarris dijo que las conversaciones con su homólogo ruso, Anton Siluanov, fueron "muy buenas, muy constructivas y francas". Las negociaciones continuarán "en otro lugar" o, nuevamente según una fuente de Interfax, en la oficina del viceprimer ministro Igor Shuvalov, quien tiene la delegación del gobierno de Medvedev para las políticas económicas y el presupuesto federal.
Chipre preguntó a Moscú ampliar la duración del préstamo de 2,5 millones de euros recibido hace dos años y reducir el tipo de interés, actualmente en el 4,5%. Algunos rumores también hablan de la solicitud de un crédito adicional de cinco mil millones. Según los últimos rumores, el Estado más pequeño de la UE ha ofrecido a cambio una parte de la reserva de gas en alta mar no desarrollada de Chipre, aunque las autoridades rusas han negado cualquier interés del Kremlin en este sentido.
La mayoría de los grandes activos estacionados en los bancos de la isla son de origen ruso (muchos sospechan que en su mayoría son ganancias de actividades ilícitas y lavadas al sol). De los 91,5 millones de euros depositados en instituciones chipriotas, 18,3 millones pertenecen oficialmente a ciudadanos rusos.
Mientras tanto, el Eurogrupo Dijo que estaba listo para celebrar rápidamente una nueva reunión extraordinaria sobre Chipre si el país presenta propuestas concretas para garantizar los 5,8 millones de euros de ingresos previstos por el paquete de medidas rechazado ayer. “No se sabe cuándo Chipre pondrá una propuesta sobre la mesa, quizás hoy –informaron fuentes de la Unión Europea citadas por France Presse–. La eurozona solo se reunirá esta semana si Chipre hace propuestas concretas”.
Entre las medidas solicitadas en Chipre, la más controvertida es sin duda la máxima tasa sobre las cuentas corrientes. Los países de la zona del euro están dispuestos a cambiar el superimpuesto, pero solo si el ingreso final permanece sin cambios. Mientras tanto, para evitar la fuga de capitales de la isla, los bancos han estado cerrados desde el pasado sábado.
