Indonesia se ha encontrado dramáticamente escasa de superhéroes indígenas y ha decidido buscar refugio. Dado el abrumador éxito de taquilla de las películas de género de Hollywood, como Batman, Capitán América, Los Vengadores, los productores locales han decidido traer de vuelta a la pantalla a los superhéroes hechos en Nusantara, un término utilizado por los indonesios para referirse a su archipiélago. El primer largometraje centrado en la figura de un superhéroe local data de principios de los años setenta, pero la mejor película de esta vena se hizo en 1981 y narraba las hazañas de Gundala Putra Petir, un héroe enmascarado que, nacido en 1969 para los cómics, le debía mucho al mucho más famoso Batman.
Después de todo, todos los superhéroes indonesios son, en mayor o menor medida, seguidores (con una pátina de cultura local) de algún héroe de Marvel muy famoso. Con la llegada de los años ochenta, sin embargo, la vena se secó y la cinematografía indonesia dejó de producir películas o guiones sobre héroes con ambientación y características nacionales, mientras que, paralelamente, las ventas de cómics también entraban en crisis. Pero ahora, dicen los expertos de la industria, ha llegado el momento de una recuperación. El productor Dhoni Ramadhan está convencido de que es necesario poder ofrecer a los niños indonesios historias de héroes cercanos a su mundo cultural.
“Desde Gundala”, dice, “los niños indonesios ya no tienen un héroe local con quien identificarse. Es hora de darles un nuevo icono. Necesitamos personajes que se muevan en nuestras ciudades, Yakarta o Surabaya y héroes que trabajen codo con codo con nuestra policía y no con la de la ciudad de Nueva York”. La primera película esperada tras el largo silencio está protagonizada por el superhéroe Garuda, una especie de cruce entre Batman y un Power Ranger, proyectado en un universo de mundos paralelos.
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