El presidente chino, Xi Jinping -a pocas horas de la bilateral con el líder estadounidense Barack Obama- anunciará un compromiso histórico por el clima, es decir, el inicio de un programa nacional que, a partir de 2017, limitará y pondrá precio a las emisiones de gases de efecto invernadero. Básicamente, quien produce gas lo paga.
La noticia la dio a conocer el New York Times, que cita como fuente a un funcionario de la administración estadounidense, según el cual la medida creará un sistema de tope y comercio para limitar las emisiones de CO2 -ya probado en Europa y California-, lo que representa un gran paso adelante en la reducción de la contaminación de las grandes industrias.
El medio ambiente es, evidentemente, el tema en el que los acuerdos entre Obama y Xi son más sencillos. Ya en noviembre pasado, en Beijing, los dos presidentes habían anunciado un acuerdo sobre la reducción de las emisiones de carbón.
