Una agradable sorpresa procedente de la economía china. Según estimaciones preliminares de HSBC, en Beijing el índice PMI de julio sobre la evolución de la actividad manufacturera se disparó contra todas las expectativas hasta los 52 puntos, el nivel más alto en 18 meses.
La encuesta mensual anterior había sido igual a 50,7 puntos y para julio los analistas habían pronosticado un crecimiento menor al registrado, en 51 puntos. En el caso de los índices PMI, el umbral de 50 puntos marca el límite entre la expansión y la contracción de la actividad.
Los datos chinos provocaron una reacción inmediata en las bolsas: Shanghái y Shenzhen registraron ganancias de más de un punto porcentual, mientras que en Tokio el índice Nikkei creció un 0,2%.
