Dos de las principales marcas de lujo enfrentan dificultades en el mercado chino. LVMH, en particular, lamenta las medidas de austeridad implementadas por Beijing como una de las causas del declive. El grupo de artículos de lujo más grande del mundo experimentó una caída de ingresos en el tercer trimestre en Asia y especialmente en China.
La demanda de bolsas y coñacs, en particular, cayó. En cambio, las cosas fueron mejor en Europa y Estados Unidos, donde los ingresos aumentaron un 5,7% hasta los 7,4 millones de euros en el último trimestre.
Incluso la británica Burberry habría sufrido un frenazo en el mercado chino, donde el crecimiento de las ventas, si bien lo ha habido, habría estado por debajo de las expectativas. La directora financiera de Burberry, Carol Fairweather, dijo a Reuters que la lucha del gobierno contra la corrupción afectó las ventas al igual que la guerra en el Medio Oriente y el impacto del virus Ébola en los patrones de viaje globales.
Burberry, sin embargo, está contento con su desempeño, especialmente cuando se compara con el de muchas empresas opositoras. "En el segundo trimestre", dijo Fairweather, "tuvimos un crecimiento de los ingresos de un solo dígito tanto en Asia como en China". Las cosas fueron incluso mejor en Hong Kong, donde el crecimiento fue de dos dígitos.
En el reciente Informe Hurun Luxury CPI 2014, la firma de investigación con sede en Shanghái descubrió que numerosas áreas de gasto en China se han visto afectadas como resultado de la batalla de Beijing contra el gasto excesivo en entretenimiento. Hace solo dos años, el gasto en lujo de China alcanzó niveles récord, convirtiendo a China en el mercado de lujo más grande del mundo, según la consultora Bain & Co. El mismo grupo ahora espera que el gasto chino en lujo caiga un 2% este año.
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