Europa rechaza a la Juve, o al menos la pospone. Una vez más la Champions deja al descubierto la cara más triste de los blanquinegros, obligados a izar la bandera blanca en la cuenca del Vicente Calderón. Sin embargo, no hay drama, esto debe quedar claro: el Atlético de Madrid ha ganado solo gracias a un episodio y la clasificación del grupo, gracias al sorpresivo éxito de Malmoe sobre Olympiacos, sigue abierta. Sin embargo, hay decepción en el entorno de la Juventus, pues es innegable que se espera más, mucho más de este equipo. El marcador final lee 61% de posesión de balón de la Juve con cero tiros a puerta. Está bien, un empate hubiera estado más que bien pero jugando así es difícil salir adelante en Europa. En este sentido, las dos jornadas de Champions impulsan a la Roma, capaz de desafiar abiertamente al City, en definitiva, todo lo contrario a lo que han hecho los bianconeri. “Este era el tipo de partido para jugar – se justificó Massimiliano Allegri. – Sin embargo, había que ser más rápido en la circulación del balón y preciso en las jugadas. Se defienden muy bien, es difícil localizarlos".
El partido comienza sin sorpresas en la formación particular. Allegri manda al campo al típico equipo con Cáceres en defensa y Llorente en ataque, Simeone, gracias a la ausencia de Gabi, compacta a su equipo con un inédito 4-1-4-1 con sólo Mandzukic arriba. La idea del Cholo es clara: taponar la mediana quitando así la superioridad numérica de la Juve para luego explotar los contragolpes. Pero los bianconeri no tienen intención de revelarse para ganarlo y el partido se convierte así en una maraña táctica muy poco espectacular. A nivel de ocasiones, la primera parte fue toda en un disparo lejano de Mandzukic, un cabezazo alto de Godín y un disparo desviado de Pogba. En la segunda parte Simeone introduce a Griezmann en lugar del joven Saúl pasando así al 4-3-3. Pero es solo un relámpago porque hasta los colchoneros juegan con cautela, con la esperanza de que llegue un episodio y destrabe el juego. Y esto, por desgracia para la Juve, es exactamente lo que sucede. En el 74 Juanfran mete un balón desde la derecha que Mandzukic remata para Arda Turan: el turco le roba tiempo a Lichtsteiner y marca por detrás de Buffon. Es el gol el que lo cambia todo porque la Dama ya no puede cambiar el marcador y el partido se acerca así a su conclusión. También habría tiempo para el sensacional gol del empate, pero el torpe intento de gol en propia puerta de Raúl García se quedó corto. Así termina 1-0 para el Atlético y la Juve se va a casa enojada, o al menos malhumorada. El grupo sigue vivo (¡4 equipos con 3 puntos!), la esperanza de atacar un poco menos esta bendita Champions.
