La Champions League para dar la vuelta. La Roma será el primer italiano en entrar en escena en esta cita europea, buscando un éxito que pueda dar sentido a toda la temporada. Sí, porque hasta ahora la andadura de los giallorossi ha estado marcada por altibajos (muchos), incertidumbre, polémica y tensión. Sin embargo, no todo está perdido, al contrario: si las cosas ya están mejorando en la liga, la Champions podría representar el verdadero punto de inflexión.
De hecho, el Oporto puede actuar como un trampolín, un poco como el Shakhtar hace un año: a partir de esa (cansadora) calificación partió un viaje muy importante, que culminó en una semifinal que incendió la ilusión de los giallorossi. Pero cuidado con pensar que es fácil: los portugueses, además de estar al mando de su campeonato (un punto de ventaja sobre el Benfica y dos sobre el Sporting Braga), han superado el grupo como primeros e invictos, además de estar dirigidos por un Lazio doc como Sergio Conceicao.
Además, por si fuera poco, está el último precedente para levantar las antenas: el partido preliminar del 23 de agosto de 2016, que acabó 0-3 con las expulsiones de De Rossi y Emerson Palmieri, le supuso la eliminación de la Champions League. que marcó la quiebra de Spalletti y de la antigua dirección. Las consecuencias de una velada así, ça va sans dire, tendrían implicaciones aún peores para Di Francesco, cuyo futuro está esencialmente ligado a Europa.
“El camino siempre es largo, pero es una buena oportunidad para hacer un gran partido – glosó el entrenador de los giallorossi. – Tenemos que ser ambiciosos, intentar devolver el entusiasmo al ambiente. Será importante hacer una gran fase defensiva pero sin perder la identidad arriba".
De Rossi también tomó el mando, volviendo a hablar del tema de Kolarov, actualmente el más disputado por Curva Sud. "Alex es un hermano, por eso le digo a la afición que confíe en mí - explicó el capitán - Es un gran profesional, respeta los pensamientos de la afición pero espero que se pueda recomponer la factura: en ese caso sería el más feliz de todos".
En resumen, unidos por la Champions League, con la esperanza de que la "melodía" pueda devolverle el brillo a una temporada mediocre hasta el momento. Di Francesco sabe que encajar goles puede resultar fatal, pero también que no intentar marcarlos daría la señal equivocada: en definitiva, su 4-3-3 irá en la dirección ofensiva habitual con Mirante en la portería, Florenzi, Manolas, Fazio... y Kolarov en defensa, Pellegrini, De Rossi y Cristante en el centro del campo, Zaniolo, Dzeko y El Shaarawy en ataque.
"Regresar al Olímpico me recuerda años felices pero solo estoy enfocado en el partido - advirtió Conceiçao - Será importante marcar, se necesitará determinación y coraje: estamos entre los clubes más importantes del mundo, nuestro objetivo es pasar”. El Oporto, al fin y al cabo, tiene tradición y calidad y si es cierto que a la Roma le fue bien el sorteo, también ocurre lo contrario.
El excentrocampista de Lazio e Inter alineará un 4-3-3 con el eterno Casillas en la portería, Pereira, Felipe, Militao y Telles en la zaga, Herrera, Danilo y Torres en la medular, Hernani, Soares y Adrián en el tridente ofensivo.
El partido de esta noche supondrá también el debut del Var en la Champions League, con imágenes retransmitidas en la gran pantalla del Olímpico: un hecho histórico, que dado lo ocurrido el año pasado (los errores arbitrales en la semifinal ante el Liverpool aún claman por ¡venganza!) solo puede complacer al mundo giallorossi.
