Roma-Bayern Múnich 1-7. Esto bastaría para explicar la noche de pesadilla vivida en el Olímpico, partido que dejó en estado de shock al entorno amarillo y rojo, atónito ante un Bayern de Múnich imparable. Tras el primer gol anotado por Robben en el minuto 9, llegaron cuatro más en el minuto 27: Goetze en el minuto 23, Lewandowski en el minuto 25, Robben de nuevo en el minuto 30 y Muller de penalti en el minuto 36. Con el 0-5 del descanso, el mayor riesgo era el de empeorar aún más las proporciones del derrumbe de los giallorossi. En la segunda parte, la Roma (con Totti fuera en el descanso) encontró el gol por mediación de Gervinho, antes de los otros dos goles bávaros por medio de Ribery y Shaquiri.
Para la Roma es la segunda derrota por 7-1 en la Champions League, tras la humillación similar sufrida el 10 de abril de 2007 por el Manchester United: “Lo nuestro -explicó el técnico García- no fue un colapso mental sino táctico. También nos dimos por vencidos en cuanto a la agresividad, los dejamos jugar y son muy fuertes. Fui el primero en cometer un error, tuvimos la estrategia equivocada en la primera mitad, porque teníamos que estar más cerrados y empezar de nuevo. La única noticia positiva de la noche – prosiguió el francés – es el empate del CSKA que nos permite ser segundos de grupo y aspirar a pasar, pero no jugando así. Por suerte mostramos orgullo en la segunda mitad y sin su portero podríamos haber marcado más. Lamentablemente cuando juegas contra el Bayern es fácil perder, porque siempre ganan. El único riesgo es recibir una bofetada y los tomamos esta noche. Fuimos espectadores del partido".
A subrayar, a pesar del resultado final, los aplausos del Olimpico al final del partido.
La Juventus, recién salida de la derrota en Madrid, quiere volver a sumar los tres puntos para retomar la carrera y no arriesgarse a comprometer su grupo. No es una hazaña fácil, especialmente jugando en el Olympiacos, que en su propio terreno en la primera jornada venció por 3-2 al subcampeón de Europa, el Atlético de Madrid: “Encontraremos un ambiente muy cálido que apoyará a su equipo de principio a fin”, dijo Buffon en la conferencia-, intentando ponernos en aprietos e infundirnos miedo. Al final, sin embargo, los protagonistas son los que salen al campo y el Olympiacos más allá de la afición y el estadio es un equipo con excelentes personas y un buen juego colectivo, un equipo que merece el máximo respeto”.
En Grecia aún se recuerda un célebre 7-0 de la Juventus entonces dirigida por Marcello Lippi (era el 10 de diciembre de 2003, marcaron dos veces Trezeguet, Miccoli, Maresca, Di Vaio, Del Piero y Zalayeta), pero eran otros tiempos. Ahora la Juventus ya no es un acorazado de Europa, pero tiene muchas ganas de volver a serlo: "Han pasado muchos años desde aquel 7-0 -recordó Buffon-, esta Juve es distinta a la de entonces, pero es un equipo que tiene un enorme potencial, algunas aún sin expresar. Estoy seguro de que pronto también se dejarán ver en Europa. Si aspiramos a acabar entre los ocho primeros de Europa tenemos que demostrarlo de forma importante”.
Massimiliano Allegri también es muy consciente de ello, y desde su primer día en el banquillo de la Juventus ha puesto como primer objetivo el paso de octavos de Champions: "Tienen jugadores de calidad -dijo el técnico de la Juventus-, tendremos que jugar con intensidad para tratar de limitarlos. Será un partido importante pero no decisivo. Necesitamos sumar tantos puntos como sea posible en estos dos partidos".
En cuanto a la formación, Allegri ha puesto como titulares seguros a Lichsteiner, Ogbonna, Chiellini, Bonucci, Tevez, Buffon y Vidal. Todos los demás están en duda, con Pirlo, Marchisio y Pogba peleando por dos camisetas, y Morata en una segunda vuelta con su compatriota Llorente como compañero del intocable Tevez.La última victoria a domicilio en Champions data del 12 de febrero. 2013, cuando los blanquinegros de Conte rompieron el Glasgow al ganar 3-0 al Celtic. Es hora de ajustar las estadísticas.
