Auge empresarial millennial. Casi 32.000 nuevos negocios nacidos en el segundo trimestre de 2015 fueron fundados por menores de 35 años, es decir, se abrieron más de 300 negocios al día liderados por jóvenes, con un crecimiento del 3,6% respecto al trimestre anterior frente al +0,6% referente al sistema de negocios en general. Un tercio de todos los negocios iniciados en el trimestre están encabezados por una persona joven. Y más de la mitad (54%) del saldo entre empresas nacidas y cerradas en el período se debe a jóvenes. El stock global de empresas de los jóvenes es ya de 594.000, es decir, representan el 9,8% del tejido empresarial del país. Contra las barreras de acceso al mercado laboral y los riesgos de quedar atrapados en la precariedad, los Millennials italianos han opuesto una fuerza vital que parte de un poder italiano consolidado: el espíritu empresarial. El afán de negocio es transversal a los territorios, incluidos los más críticos, pues incluso en Sur e Islas el 40,6% de las empresas nacidas en el trimestre se remontan a un joven, con una tasa de crecimiento del 3,5% respecto a el trimestre anterior. Esto es lo que se desprende de la investigación «Millennial life: web, new media, startups y mucho más. Probando nuevos temas de la recuperación italiana» creado por Censis para el Pabellón de Italia en la Expo 2015.
Campeones de la adaptabilidad en el mercado laboral. Hay 2,3 millones de Millennials (jóvenes de 18 a 34 años) que desempeñan un trabajo de nivel inferior a su cualificación (son el 46,7% de los que trabajan, frente al 21,3% de los Baby Boomers de 35 a 64 años). Un millón de Millennials cambiaron al menos dos trabajos durante el año, 1,2 millones afirman haber trabajado ilegalmente en los últimos doce meses, 1,8 millones han hecho trabajos ocasionales para ganar algo, 1,7 millones en el último año trabajaron con contratos de menos de un mes, 4,4 millones realizaron pasantías no remuneradas. Para ingresar al mundo laboral y "permanecer en el juego", muchos Millennials se conforman con trabajos alejados de su camino de formación, incluso ilegalmente. Lejos de ser demasiado exigente: es una adaptabilidad social sumergida y poco reconocida.
Stakanov era un millennial. Más de 3,8 millones de Millennials trabajan horas extras (17,1% más que los Baby Boomers). De ellos, 1,1 millones lo hicieron sin cobrar horas extraordinarias (un 4% más que en el grupo de edad de 35 a 64 años) y 1,7 millones con cobertura económica puntual. 1,1 millones de Millennials también trabajan de noche, casi 3 millones durante el fin de semana. Nuevamente: 1,8 millones trabajan a distancia, desde casa o, en cualquier caso, fuera del lugar de trabajo, 1,9 millones viajan diariamente y 2,5 millones viajan a menudo por trabajo en ciudades distintas a la que residen. Trabajan conectados, de forma remota, con una ampliación de tiempos y lugares de trabajo. Con dedicación y disponibilidad, viven un tiempo de trabajo que a veces engulle su tiempo de vida y el trabajo entra cada vez más en la cotidianidad.
Entre la vida digital, la sobriedad y la economía colaborativa: en la frontera de la innovación. La vida digital ya está aquí para los Millennials: el 94% son internautas (frente al 70,9% referido a la población total), el 87,3% están registrados en al menos una red social (frente al 60,2% de media), el 84,7% utilizan el smartphone siempre conectados a la red (frente a la media 52,8%). Y son ellos los que hicieron despegar el comercio online. El 61,4% de los Millennials (unos 6,8 millones de personas), frente al 27,9% de los Baby Boomers, han comprado al menos un producto o servicio en la web en el último año. 1,2 millones de jóvenes compraron productos alimenticios en línea, equivalente al 10,8% (frente al 5,4% de los Baby Boomers). La web es el lugar de expresión del poder innovador de los Millennials, que son los auténticos protagonistas de la economía colaborativa. Cerca de 500.000 jóvenes contribuyen a iniciativas de crowdfunding. La sobriedad y la economía colaborativa van de la mano en su día a día: el 31,7% compra productos usados (frente al 14,7% de los Baby Boomers), el 21,9% viaja habitualmente en bicicleta (solo el 10,3% hace lo mismo entre los 35-64 años) y el 8,4 % (4,1% de 35-64 años) usa car sharing y bike sharing. Y el 2,5% de los Millennials practican el couchsurfing, es decir, el intercambio de hospitalidad que consiste en poner a disposición una cama en el propio domicilio publicando el anuncio en una plataforma web y yendo de la misma forma a los domicilios de otras personas.
Individualistas, solidarios y globales: el policentrismo de valores y comportamientos. El 73,4% de los jóvenes de 18 a 34 años (frente al 45,8% referido al total de la población) está a favor del matrimonio entre homosexuales, el 59,6% (frente al 30,7% de media) está de acuerdo con la adopción por parejas del mismo sexo. El 81,8% (contra la media del 64,1%) está a favor del divorcio rápido y el 77,5% (contra la media del 58,3%) está de acuerdo con los testamentos vitales. Entre los Millennials prevalece el subjetivismo ético, pero convive con una propensión solidaria con vocación global. El 66% (frente al 53,4% referido a la población total) está a favor de acoger refugiados de zonas afectadas por guerras o desastres naturales.
Energía para el futuro. El 59,1% de los italianos cree que los mejores días para nuestro país ya quedaron en el pasado. Para los millennials, sin embargo, lo mejor está por venir: un 42,1 % lo cree así frente a una media del 20,9 %. Están convencidos de que el futuro hay que construirlo con vocación de cambio en la vida cotidiana: el 77,1% declara que hay cosas en su vida que cambiaría (la media es del 62,6%) y la necesidad de cambios radicales se expresa a partir del 27,1 % Sin embargo, el deseo de cambio no termina en quejas: casi el 60% de los Millennials están satisfechos con su vida actual. Para ellos, el deseo de construir el futuro está ligado a la creencia de que las potencias italianas no son solo un legado del pasado, sino recursos para el futuro. Y el Pabellón de Italia de la Expo 2015, desde su concepción, fue concebido precisamente como un espacio de apoyo para los muchos talentos y energías jóvenes, a los que quería dar hospitalidad y visibilidad con el objetivo de ayudarlos a germinar. En el éxito de la Expo 2015 y del Pabellón de Italia, el papel de los jóvenes es decisivo y recuerda la función social que necesariamente están llamados a desempeñar en un futuro próximo.
