"La beauté est dans la rue", lema del Mayo francés, puede considerarse el concepto de la exposición que, a pesar de recorrer un recorrido cronológico de tres décadas, no es una antología sino una revisión temática, centrada en el diálogo constante que pablo echaurren entretiene con las expresiones de la comunicación, siguiendo los caminos de la investigación tendientes a romper las separaciones culturales y así ensanchar los muros de lo estético más allá de los límites institucionales.
Ciertos modos expresivos del graffiti metropolitano, el uso vivo de los colores, el arte como medio directo de (contra)información, ese no distinguir entre lo alto y lo bajo son elementos que anticipan la difusión del llamado street-art actual, y por tanto nos permiten considerar a Pablo Echaurren un precursor del género.
En estas obras, que recuerdan la comunicación iconográfica del Muro de Berlín, emerge un escenario de grafitis metropolitanos, cancelaciones escritas, hallazgos cómicos, emblemas y figuras alegóricas de ascendencia medieval, lenguajes estereotipados y signos de nuestro sistema comunicativo.
Una sección está dedicada a los collages producidos en la década de XNUMX. El choque perceptivo que provoca la gran ciudad se plasma en estas síntesis visuales del paisaje urbano a partir del montaje de carteles rasgados, anuncios, letreros, titulares, señales de alarma, que transmiten la sensación de percepción simultánea.
La comunicación mural también aparece en la producción más reciente, las "pinturas de pared contra pared" con su inédito alfabeto simbólico de escrituras de pared borradas, representaciones vívidas de un mundo hecho de contrastes, de facciones opuestas que se superponen.
Estas obras se ven contrarrestadas por unas pinturas sobre el sistema del arte y sus agresivas estrategias planetarias, que testimonian una vez más la necesidad de dar forma a esa tensión crítica y social, intelectualmente lúcida, propia de la investigación del artista.
Francesca Mezzano, curadora de la exposición explica: «El arte de Pablo Echaurren nació para hablarle a la comunidad. Lo hace sin vallas, experimentando con todas las formas posibles de expresión; utiliza el signo, la escritura, el estarcido, el lettering, la palabra como lenguaje común, anulando cualquier distinción entre lo alto y lo bajo, en la búsqueda constante de una armonía con la historia presente, con sus problemas, y sus criticidades ocultas al mirada común. Y lo hace expresándose siempre a través de una imaginería viva e incandescente, que puede traducir en arte una cuestión política y moral. Lo que el propio Pablo llamó “la cuestión del mural”. ».
El Prof. Avv. Emmanuele FM Emanuele de la Fondazione Terzo Pilastro – Italia e Mediterraneo, que promueve y organiza el evento, agrega: «La exposición que presentamos aquí, el continuo ideal de la retrospectiva organizada en 2010 en el Palacio Cipolla de Roma, ha más de 150 obras, todas unidas por un constante e inevitable diálogo con la historia presente, espejo y síntesis de una sociedad inquieta y su parábola humana, tal como la hemos vivido en las últimas cuatro décadas. Echaurren es íntimamente un hombre contemporáneo y metropolitano: no se eleva por encima de las masas como poeta portador de la Verdad, sino que participa activa y apasionadamente -sin vestir colores políticos ni adherirse a ninguna ideología- en la dialéctica que surge, se alimenta y se difunde espontáneamente sobre las calles, entre la gente, en las paredes. Y es precisamente el muro –de ahí el título de esta exposición, “Muro Suave”– el medio privilegiado a través del cual el artista comunica su mensaje: el mismo muro en el que la sociedad urbana escribe su historia a lo largo de los años se convierte de hecho en protagonista de su recorrido artístico. investigación, ya sea un muro “blando”, hecho de lona, o un verdadero trozo de muralla de la ciudad.»
De hecho, la exposición también incluye collages y mapas, memorias de viajes, de paseos psicogeográficos dedicados a dragar hallazgos de papel, calcomanías, boletos, jirones de memoriales en los muros urbanos que construyen paisajes emocionales y mentales de la ciudad moderna atravesada por una amplia arte.
Pablo Echaurren nació en Roma en 1951. Comenzó a pintar a los dieciocho años y, a través de Gianfranco Baruchello, fue descubierto por el crítico y galerista Arturo Schwarz, quien dio a conocer su obra en Italia y en el extranjero. Entre 1971 y 1975 expuso en Berlín, Basilea, Filadelfia, Zúrich, Nueva York, Bruselas y en 1975 fue invitado a la Bienal de París.
Su debut se produce bajo la bandera de un minimalismo, una conceptualidad y una antipictorialidad alternativos a la idea de obra de arte como fetiche. Esta es la dirección en la que se ha movido el artista desde entonces, buscando siempre nuevos lenguajes y nuevas formas de expresión, sin conformarse nunca con lo ya hecho.
No solo pintor, se dedicó a una intensa actividad aplicada, creando ilustraciones, carteles y portadas, incluida la del best-seller Porci con le ali, así como "metacómics" que investigan la posible relación entre vanguardia y arte popular. , buscando el necesario y fecundo cortocircuito entre lo alto y lo bajo, entre la cultura y la ligereza, en sintonía con el ideal de un arte difundido. Su creatividad también se ha desarrollado en el campo de la escritura, la publicación de novelas y folletos sobre el mundo del arte.
A partir del año 2004, su polifacética producción se presentó en algunas exposiciones personales: Pablo Echaurren. Desde los años setenta hasta hoy (Chiostro del Bramante, Roma 2008); Pablo Echaurren en Siena (Palazzo Pubblico, Siena 2010); Crhomo Sapiens (Museo de la Fundación de Roma, Palacio Cipolla, Roma 2011-2011); Deja tu huella (MAR, Rávena 2006); Al ritmo de los Ramones (Auditorio Parco della Musica, Roma 2009); La invención del bajo (Auditorio Parco della Musica, Roma 2011); Baroque'n'Roll (MACRO, Roma 2013); Matta: Roberto Sebastian Matta, Gordon Matta-Clark, Pablo Echaurren (Fundación Querini Stampalia, Venecia 2014); Iconoclasta (Colección Estorick de Arte Moderno Italiano, Londres 2015); Contrapintura (Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo, Roma 2016-2016); Make Art Not Money (Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile 2017); Du champ magnétique (Scala Contarini del Bovolo, Venecia XNUMX).