El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ha sido detenido hoy por la policía alemana en la frontera entre Alemania y Dinamarca, desde donde Puigdemont intentaba conducir de regreso a Bélgica, donde reside.
La detención es el primer efecto de la orden de detención europea emitida ayer por España por el delito atribuido a Puigdemont de rebelión violenta para intentar imponer la independencia de Cataluña.
Puigdemont se enfrenta a hasta 30 años de prisión por el delito del que se le acusa. Además, mientras vivió cómodamente en Bélgica (cuyas autoridades nunca cooperaron demasiado con España), muchos de sus ex ministros catalanes han estado encerrados en prisión en España durante mucho tiempo.
Ahora tenemos que ver qué pasa. Puigdemont, que dijo estar dispuesto a colaborar con la justicia, fue trasladado de las oficinas de la comisaría de Kiel a la prisión de Neumünster. España cree que Alemania es más colaboradora que Bélgica en el caso Puigdemont: en este caso el expresidente catalán podría ser entregado a las autoridades de Madrid, donde quedaría encarcelado a la espera de juicio.
La extradición de Puigdemont de Alemania a España se decidirá dentro de dos meses, pero el expresidente independentista de Cataluña podría pedir asilo político.
Tras el anuncio de la detención de Puigdemont en Barcelona, inmediatamente estallaron manifestaciones populares y enfrentamientos entre separatistas y policías.
