La fiscalía de Roma solicitó la acusación de la expresidenta ejecutiva de Selex Marina Grossi, su esposo y expresidente de Finmeccanica Pierfrancesco Guarguaglini y otras cinco personas en el marco de la investigación de las licitaciones de Enav. Ahora le toca al juez de la audiencia preliminar determinar si va o no a juicio.
Insieme un Guarguaglini y Grossiellos son También participaron Ilario Floresta, Tommaso Di Lernia, Marco Iannilli, Lorenzo Cola y Manlio Fiore. Todos los acusados están acusados de concierto para delinquir. Entre las empresas involucradas, además de Selex, también Arc Trade y Print Sistem.
La hipótesis de los fiscales Paolo Ielo y Giovanni Bombardieri es que Floresta, expresión del PDL dentro del directorio de Enav, recaudó dinero para asegurar a Selex el contrato de construcción del sistema Ads-B, que permite el monitoreo continuo de los aviones en vuelo. Iannilli le habría prometido a Floresta 15 euros al mes. Todo de acuerdo con Cola, quien supuestamente actuó en concierto con Grossi y Fiore.
Según los magistrados, Di Lernia habría pagado entonces un único tramo a cuentas a nombre de Floresta en Egipto, a través de sociedades chipriotas atribuibles a él. Iannilli habría entregado al miembro del consejo de administración 299 mil euros para la compra de su casa, de la que se quería deshacer, en El Gouna (Hurghada), en Egipto, y prometió ceder un pedido relativo a Ads-B a una empresa a la que estaba asociado su hijo. Para Grossi se trata del segundo pedido de acusación que se hace en Roma, tras el de una ronda de facturas falsas por operaciones inexistentes.