Entre las nuevas medidas para el desarrollo se espera la exención del IVA a las obras nuevas que no sean económicamente sostenibles. Así lo anunció ayer en la reunión de Rímini el Viceministro de Desarrollo Económico, Mario Ciaccia, especificando que la disposición se incluirá en un nuevo proyecto de ley.
“Estamos estudiando la exención de impuestos para las nuevas infraestructuras que se ha comprobado que desde el punto de vista técnico no son sostenibles desde el punto de vista económico-financiero por el peso del IVA -dijo el viceministro-. Tenemos que actuar en este punto".
Ciaccia explicó que “uno piensa en uno esterilización total del IVA“, para obtener un impacto positivo en la economía equivalente a 5-6 puntos del PIB y la creación de miles de puestos de trabajo.
El proyecto de ley completará “las normas dictadas en materia de infraestructura, que rondan las 120 – prosiguió el viceministro -. Hemos recorrido una parte importante del camino, pero el camino aún es largo y debemos encontrar soluciones para salir rápido de la recesión y volver a correr”.
Según Ciaccia, frente a un requerimiento de infraestructura de 300 mil millones euros, se necesitan nuevas medidas y "el único camino a seguir sigue siendo el de las desgravaciones fiscales", pero también se necesita un esfuerzo extra para aquellas obras que son difíciles de financiar.
“Se han tomado decisiones muy importantes con las medidas de emergencia tomadas por el gobierno actual. A título personal – añadió el viceministro -. Por ahora, creo que es necesario tomar decisiones aún más valientes y finalmente partir del principio correcto de que la tributación generada por las nuevas infraestructuras, es decir, por obras que no comenzarían sin concesiones, es completamente adicional y, por tanto, no puede dar lugar a una reducción de los ingresos del erario”.
Entonces, "sin afectar los ingresos fiscales y el presupuesto público a través de la exención total del IVA“, es posible alcanzar “la ambiciosa meta de crear un número considerable de infraestructuras, de otro modo nunca factibles y capaces de estimular un efecto inducido como para generar efectos positivos también para los ingresos públicos".
Por último, Ciaccia presentó algunas estimaciones: en siete años, con una reducción de una tasa promedio del 18%, habría un ahorro de 50 mil millones, sin afectar la recaudación tributaria. Las inversiones viabilizadas por la exención del IVA podrían generar una actividad inducida que puede estimarse prudencialmente en al menos 500 mil millones. “Se trata de poner en marcha una incubadora fuerte para el desarrollo económico, social y civil del país que nunca arrancaría sin la idea del IVA”, concluyó el viceministro.