Cuando el año pasado la familia Pesenti decidió vender Italcementi al gigante alemán Heidelberg Cement, en el que se mantuvo como segundo accionista, Carlo Pesenti, director general de Italmobiliare (la caja fuerte de la familia de Bérgamo) dijo que parte de la liquidez derivada de esa operación como así como el obtenido por la venta de Finter Bank a Vontobel se habría invertido en Italia. Eso es lo que probablemente sucederá pronto.
De hecho, Italmobiliare está negociando exclusivamente con la viuda del difunto Claudio Sposito la compra del 100% de Clessidra Sgr y ha dicho que está dispuesta a participar en la financiación del tercer fondo de la joya italiana de capital privado. Según los rumores, Italmobiliare estaría dispuesta a pagar a Clessidra unos 20 millones de euros y, si todo va bien, el trato debería cerrarse en el mes de mayo.
Sin embargo, el capital privado no es el único pensamiento de Carlo Pesenti. En los últimos días se evocó su apellido como posible protagonista de un consorcio de empresarios dispuestos a lanzar una contraopa sobre RCS, bajo la dirección de Mediobanca y como alternativa a Ops de Urbano Cairo, pero una discreta negación. El compromiso financiero para una operación de alto riesgo como la contraoferta sobre RCS y sobre todo la reestructuración y relanzamiento de las editoriales Corriere della Sera y Gazzetta dello Sport es demasiado fuerte. Pero esto no significa que Pesenti no mire con atención y curiosidad al mundo editorial.
No es casualidad que en los últimos días Carlo Pesenti se haya incorporado al nuevo directorio de Sole 24 Ore, ratificado el jueves por la junta de accionistas de la editorial Confindustria que designó a Giorgio Squinzi para la presidencia.