Después de Romano Prodi e Pierluigi Bersani, el líder de Acción, Carlo Calenda fue sin duda el Ministro de Industria más innovador del último medio siglo. Su nombre estará para siempre ligado a Industria 4.0, el plan lanzado bajo los gobiernos de Renzi y Gentiloni, que representa la mayor innovación en política industrial, no solo en Italia, en los últimos años. Pero, ¿dónde está ese valiente hombre de gobierno? Hoy Calenda parece una persona completamente diferente, también diferente a la que, en las últimas elecciones municipales, hizo soñar a la Roma laica y democrática tras la indecorosa experiencia de la alcaldesa grillina. Virginia Raggi. Conduciendo por acción, Calenda aparece ahora como un líder político caprichoso y muy voluble. Alguien que cambia de opinión todo el tiempo. Había hecho un pacto electoral con el Pd de Enrico Letta y lo rompieron en el espacio de una mañana. Había formado una alianza con el líder de Italia Viva, Matteo Renzi, en vista de un solo partido y lo saboteó cuando se acercaba el congreso de las dos formaciones políticas y entendió que tal vez lo habría perdido. Se había suscrito a un programa que preveía el cargo de primer ministro por elección directa sobre el modelo del alcalde de Italia y cambió de opinión sobre las elecciones directas. Luego se unió Pd e Cinco estrellas reclamar el salario mínimo por ley sin darse cuenta de que la propuesta le quita espacio a la negociación sindical y sobre todo descansa en un fondo público que, para financiar el salario mínimo, implica el aumento de impuestos para todos los ciudadanos, incluidos los trabajadores. En los últimos tiempos no ha acertado ni una oportunidad y no ha perdido la oportunidad de poner los dedos en los ojos de Renzi. Por último, las vacaciones en el espumoso Capalbio no le impidieron asumir una actitud moralista, un tanto komeinista, cuando reprochó a tres exponentes de Italia Viva haber ido a cenar con el polémico ministro Santanché a la ramita, el famoso restaurante de Briatore y de la propia Santanchè en Forte dei Marmi. Quién sabe qué complots habrán tramado contra él, se habrá preguntado Calenda enfadado, olvidando que a veces el silencio es oro. Sin una ley electoral proporcional es poco probable que el Tercer Polo despega y Renzi ciertamente tiene sus responsabilidades en el fracaso del proyecto, pero el líder de IV hace política, el de Action solo hace bromas venenosas y mientras tanto ha hecho añicos la alianza entre los dos grupos del centro que ahora están en al borde del divorcio incluso a nivel parlamentario. Pero también tenemos que preguntarnos si hoy el valeroso campeón de la Industria 4.0 sigue siendo un político liberal o si por el contrario, obsesionado por la sombra de Renzi, parece cada vez más un grillino un poco desfasado. Calenda corre el riesgo de pasar a la historia como el pico del Tercer Polo pero también de sí mismo y es una verdadera pena.
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Carlo Calenda, ¿dónde está el ministro innovador de Industria 4.0 que ahora cambia de opinión cada cuarto de hora?
Divorcio entre Acción y IV y división de los grupos parlamentarios. Renzi ciertamente tiene sus responsabilidades, pero en los últimos tiempos Calenda ha cambiado de opinión a menudo y de buena gana y ha aparecido como el pico del Tercer Polo.