Es necesario garantizar pensiones equivalentes a por lo menos el 60% del salario final, de lo contrario “construiremos un país de pobres”. Estas son las palabras de la secretaria general de la CGIL, Susanna Camusso, publicadas esta mañana por el diario Repubblica. “Se está abriendo camino una idea de privatización del estado del bienestar -añadió el sindicalista-, de forma explícita en Confindustria, de forma más oculta en algunos sectores del Gobierno”. Esta estrategia sería “la misma que lleva el agua pública a manos de particulares. Hay algo de qué preocuparse”.
Según Camusso, “no podemos imaginar un país con un tercio de la población, es decir, pensionistas, en riesgo de pobreza. Ya a día de hoy, ocho de cada diez pensiones no llegan a los 1000 euros. Este es un país que está renunciando a planificar su futuro”. El dirigente de la CGIL acusa entonces a los pequeños empresarios de "disuadir" a sus empleados de afiliarse a los fondos de pensiones complementarios: "Por un lado dicen que se necesitan complementos de pensiones y por otro siguen utilizando las indemnizaciones por despido en lugar del crédito bancario". Otra contradicción denunciada por la sindicalista es la falta de fortalecimiento del bienestar con el ahorro que genera el aumento de la edad de jubilación de las mujeres. Sobre estos fondos Camusso dice sospechar que “terminaron en gasto corriente. Confirmando que este gobierno no tiene otra política social que la de recortes”.
