Una semana celestial para no hundirse en el infierno. De hecho, gran parte de la temporada del Inter se decidirá en los próximos 7 días: Cesena (20.45 horas), Wolfsburgo y Sampdoria lo determinarán todo. Está en juego la Europa actual pero también, si no sobre todo, la futura. Una vertiente positiva, además de empujar al equipo a cuartos de final, también le devolvería a la lucha por los puestos nobles de la clasificación.
“El tercer lugar es difícil pero no imposible de lograr – explicó Mancini en la rueda de prensa. – Mientras las matemáticas no nos condenen podemos hacerlo, en los últimos días se pierden muchos puntos...". La visión optimista (por decir lo menos) del entrenador de Jesi es cuanto menos desconcertante. Actualmente los puntos que separan al Inter del tercer puesto, por tanto de Lazio y Nápoles, son 10 y en medio están Turín, Génova, Sampdoria y Fiorentina: superarlos a todos sería, en sí mismo, un pequeño milagro. “Por ahora no hemos logrado acortar la clasificación – admitió Mancini. – Pero si lo hacemos bien en los próximos cuatro partidos podemos hacerlo”. En definitiva, sin límites, eso es lo que el técnico nerazzurro quiere inculcar a los jugadores. Lo mismo ocurre con el campeonato y la copa, cuyo destino depende del partido del jueves. “El 3-1 es un mal resultado pero no es irrecuperable – continuó Mancio. – En los próximos días estudiaremos algo, la clasificación aún es factible. Pero ahora hay que pensar en Cesena”.
Sí, porque sin una victoria todos los discursos serían nulos. Así que vencer a los Romagnoli se vuelve fundamental y para hacerlo necesitarás el enfoque correcto. Pese al penúltimo puesto de la clasificación, el equipo de Di Carlo hace un buen fútbol, aderezado con un espíritu guerrero que supo frenar a la Juventus hace unas semanas. “Es un partido muy importante – reiteró Mancini. – Lo mejor sería no encajar goles: cada vez que encajamos 2 o 3 y luego hay que recuperar… Estamos trabajando para encajar menos, hay que buscar el equilibrio del equipo”. La fase defensiva sigue siendo el talón de Aquiles del equipo, en parte por errores en el departamento y mucho por pifias individuales. Tras el desastre en Wolfsburgo Carrizo volverá a sentarse en el banquillo (pero Mancini ya ha dejado claro que el jueves volverá a ser su turno) gracias a Handanovic.
Frente a él una línea de 4 hombres con D'Ambrosio, Ranocchia, Andreolli y Dodò, en el centro del campo espacio para Guarin, Kuzmanovic y Brozovic, en primera línea Kovacic, en ataque la dupla Icardi-Podolski. El Cesena responderá con la misma formación (4-3-1-2): Leali en la portería, Perico, Capelli, Krajnc y Magnusson en defensa, Giorgi, Mudingayi y Pulzetti en el centro del campo, Brienza detrás de los delanteros Defrel y Djuric.