Según algunos rumores del mercado, el grupo Campari pretende vender la filial de la empresa de refrescos -que incluye una serie de conocidas marcas como Lemonsoda, Oransoda y Crodo- sin red comercial. Por lo tanto, los compradores potenciales podrían ser grandes multinacionales extranjeras o grupos industriales italianos.
A pesar de los rumores sobre la posible transacción, la acción de Piazza Affari no experimentó ningún cambio particular, rondando el +0,1% durante toda la mañana.
La sucursal involucrada en la operación tiene un valor cercano a los 100 millones de euros. Según Dealreporter, el banco de inversión holandés Rabobank, altamente especializado en el sector de bebidas y alimentos, está trabajando para buscar posibles compradores.
La decisión sigue la estrategia del grupo que prevé el crecimiento y desarrollo de los negocios centrales, como Aperol, Campari, Averna y Braulio, con la consiguiente racionalización progresiva de los negocios secundarios. Por tanto, la adquisición de Grand Marnier en Francia se enmarca dentro del plan estratégico, que supuso un efecto positivo de 58,9 millones en ventas y 14 millones en Ebitda ajustado en el primer semestre.
En los últimos meses, el Grupo liderado por Bob Kunze-Concewitz había vendido negocios non-core como Carolans e Irish Mist y también algunos activos inmobiliarios, recaudando un total de 228 millones de euros de las transacciones, lo que contribuyó a la reducción de la deuda de 2017.
De hecho, el grupo Campari cerró el primer semestre con una nota positiva, con todos los indicadores mostrando crecimiento. Las ventas crecieron un 13,5% hasta los 844,7 millones de euros. El beneficio neto aumenta un 21,1%, alcanzando los 93,5 millones de euros.
