El cambio de Matteo Renzi en el Palazzo Chigi corre el riesgo de hacer estallar ocho decretos ley, casi todos los cuales expiran a fin de mes.
Lo que más preocupa a la mayoría es el decreto Milleproroghe, para el que se han presentado más de 300 enmiendas y cuyo plazo está fijado para el 28 de febrero.
Los otros decretos en el balance son, además del Milleproroghe, el de la financiación pública de los partidos, que vence el 26 de febrero; el decreto de Prisiones, aprobado sin modificaciones en la comisión de Justicia de Palazzo Madama, que tiene como plazo máximo el 21 de febrero. Con respecto a este último decreto, Forza Italia quisiera cambiar varias reglas, mientras que la Liga lo impugna en su totalidad.
También están en riesgo: el llamado “Destinazione Italia”, despedido por la Cámara, que tiene como fecha límite el 21 de febrero; el "Salva-Roma-bis", detenido en el Senado, que vence el 28 de febrero; el de ampliación de las misiones internacionales que deberían convertirse antes del 17 de marzo, cuyo examen ha sido suspendido a la espera de que el gobierno aclare el asunto de los dos marines en la India; la disposición que prorroga los esquemas salariales automáticos del personal escolar, a ser votada antes del 24 de marzo.
Por último, está el de devolución de capitales del exterior que vence el 30 de marzo. Evidentemente hay que considerar que los diversos textos hasta ahora han sido seguidos en su trámite parlamentario por ministros y subsecretarios que seguro cambiarán.
