Sí, hace calor, y el fin de semana será el momento más difícil de afrontar, sobre todo en las grandes ciudades donde se alcanzarán picos en torno a los 40 grados. Pero la noticia es otra: según las previsiones meteorológicas, el frescor está a punto de romper la ola de bochorno que se prolonga desde hace semanas en la península y que también ha provocado alarma de sequía sobre todo en algunas zonas del norte.
De hecho, a partir del lunes, especialmente en el norte, la baja presión del Atlántico traerá tormentas eléctricas y temperaturas más bajas en casi todas partes. Pero el verdadero respiro está previsto para el próximo fin de semana, concretamente el viernes 30 cuando el aire fresco, de nuevo de origen atlántico, dará respiro a toda Europa ya toda la península itálica. Todo ese fin de semana estará marcado por la inestabilidad, mientras que el anticiclón volverá a partir del lunes 3 de julio, aunque no debería tener efectos devastadores como los registrados en junio. En definitiva, el mes de julio debe ser caluroso pero llevadero.
Mientras tanto, sin embargo, el actual fin de semana será muy duro en toda la península: entre el sábado y el domingo el pico, con temperaturas máximas en casi todas partes entre los 29 y los 35 grados, pero con puntas de hasta los 37-38 grados, sobre todo en el Norte. En la tarde/noche del domingo el primer descenso en el Norte: en Milán y Turín la temperatura bajará 6 grados, en Bolonia 9. El calor, sin embargo, persistirá en el Centro-Sur durante toda la próxima semana.
