Engrane la quinta marcha para continuar la carrera. Tras vencer a Génova, Sassuolo, Lazio y Udinese, el Inter de Pioli busca una nueva victoria que le permita, aunque sea por una noche, alejarse a sólo 2 puntos del tercer puesto. Objetivo que, independientemente de cómo acabe el fin de semana (parece poco probable que Napoli pueda cometer un error ante Pescara), daría un gran impulso a todo el entorno, cada vez más refrescado por los cuidados del nuevo técnico. Entre el decir y el hacer, sin embargo, está en juego el Chievo de Maran, un rival que, sobre el papel, no debería causar mayores problemas pero que tampoco debe subestimarse: al fin y al cabo, el partido de ida (2-0 para los venecianos en el debut de De Boer ) sigue grabado en la memoria del pueblo nerazzurro. “Cualquiera que piense que será un partido fácil se sorprenderá – comentó Pioli. – El Chievo no se pierde muchos partidos, viene de una derrota pero tiene experiencia, es sólido y antes del domingo pasado tenía la tercera mejor defensa del campeonato. Tendremos que tener la mente clara y movernos bien en el campo, jugando un fútbol limpio y preciso". Sí, porque el Inter no puede darse el lujo de regalar puntos a nadie. El sueño de la Champions no es imposible de alcanzar, pero lo cierto es que dado el desfase de los primeros meses, ahora hay que seguir corriendo.
Desde hace algún tiempo, los nerazzurri parecen haber encontrado el equilibrio adecuado, el calendario también podría ayudar: después de Chievo, de hecho, estarán Palermo y Pescara, oponentes decididamente asequibles e ideales para escalar en la tabla. “El equipo está mejorando pero todavía hay márgenes – continuó Pioli. – El año pasado la Roma terminó tercera con 80 puntos, así que tendremos que anotar mucho para aspirar a la Champions League. La racha hecha hasta ahora es interesante pero hay que mejorarla, aunque estoy convencido de que hay cualidades para ganar muchos partidos. Nuestro futuro no depende solo de nosotros, depende el partido contra el Chievo".
Así que vamos con el partido de hoy, que el Inter podrá afrontar con un Gagliardini extra. El centrocampista, llegado esta semana procedente del Atalanta, ha sido convocado y, gracias a la sanción de Brozovic, debería ser titular desde el primer minuto. “Está listo, lo está haciendo bien tanto física como psicológicamente – elogió Pioli. – Su mejor cualidad es su sentido de la posición, si un centrocampista sabe sentirse bien en el campo puede jugar fácilmente con todos los módulos”.
Esta noche, como siempre en los últimos partidos, será un 4-2-3-1 con Handanovic en la portería, D'Ambrosio, Miranda, Murillo y Ansaldi en defensa, Gagliardini y Kondogbia en el centro del campo, Candreva, Joao Mario y Perisic en las espaldas del solitario delantero Icardi. Chievo, recién salido del empate 1-4 interno con Atalanta pero aún tranquilo en la clasificación, responderá con un 4-3-1-2 que verá a Sorrentino entre los postes, Frey, Gamberini, Dainelli y Gobbi en la retaguardia, Castro, Radovanovic y De Guzmán en el centro del campo, Birsa detrás de la pareja atacante Pellissier-Meggiorini.
