El último esfuerzo antes de la fiesta. Italia se prepara para el segundo partido de su Eurocopa (15 horas) con la conciencia de estar cerca de la clasificación, obviamente con la autorización de Ibrahimovic. De hecho, entre los azzurri y el pase a octavos (matemático en caso de victoria) está la Suecia del fenómeno Zlatan, empeñada en darnos otro disgusto tras el de hace 12 años. El 18 de junio de 2004 fue su taconazo el que nos expulsó, junto con la famosa "galleta" danesa, de la Eurocopa de Portugal, un precedente que también preocupa porque Italia, históricamente, siempre ha tenido problemas en el segundo partido de la fase de grupos. Desde el 2000 hasta hoy solo hemos logrado ganarlo una vez (2-0 contra Bélgica en el 2000), contra 5 empates y 2 derrotas (la última en el 2014 contra Costa Rica). Cursos infelices y cursos que nos deben hacer mantener las "antenas" rectas: los elogios de los últimos días, de hecho, podrían quitarle algo de esa furia competitiva fundamental contra Bélgica. “Tengo a mi disposición un grupo concentrado y decidido, estoy seguro de que la actitud no habrá cambiado – borró Antonio Conte. – Tenemos que tener los pies en la tierra, por ahora ni siquiera estamos clasificados para los octavos de final”. Así que rumbo a Suecia y esa victoria que nos mandaría más allá del grupo, sin cálculos de ningún tipo. De hecho, lo paradójico es que acabar primeros podría "darnos" un octavo muy pesado ante España o Croacia, mientras que la segunda plaza nos daría un partido mucho más blando con el Grupo F (el de Hungría, Islandia, Portugal y Austria). Sin embargo, de nada sirve hacer estas discusiones con Antonio Conte, y menos en vísperas de un partido decisivo como el de hoy.
El técnico sólo tiene en mente a Suecia, cuyos recursos, según él, van mucho más allá de Zlatan Ibrahimovic. “Él es su estrella y puede cambiar la balanza en cualquier momento pero también tienen otras cualidades”, explicó en la rueda de prensa. – Habrá que estar atento a distintas situaciones, son un equipo muy cuadrado. Pero estamos preparados, hemos preparado bien el partido para limitar sus puntos fuertes”. Conte, consciente de que una victoria haría entonces inútil el partido contra Irlanda, debería confirmar casi por completo la formación ya vista contra Bélgica, salvo el decepcionante Darmian. El 3-5-2 azul verá por tanto a Buffon en la portería, Barzagli, Bonucci y Chiellini en defensa, Candreva, Parolo, De Rossi, Giaccarini y De Sciglio (favorito sobre Florenzi) en el centro del campo, Eder y Pellè en ataque. “Italia me causó una buena impresión, tal vez no tengan las estrellas del pasado pero siguen siendo fuertes y competitivos – explicó el entrenador sueco Erik Hamren. – Usemos la cabeza antes de correr, tendremos que tener más ganas y hambre que ellos, además de ser perfectos tácticamente. ¿Ibra? Lo veo concentrado". La atención, ça va sans dire, está toda centrada en Zlatan y su talento, un elemento esencial para las aspiraciones de clasificación suecas. Por lo demás, Hamren se centrará en un 4-4-2 compacto y cuadrado, con Isaksson en la portería, Lustig, Lindelof, Granqvist y Olsson en defensa, Larsson, Kallstrom, Ekdal y Erkan Zengin en el centro del campo, Guidetti en ataque.
