¿Código de contratación o modelo Génova? La duda atañe a uno de los capítulos más importantes del decreto de Simplificaciones, disposición que debería llegar al Consejo de Ministros a finales de esta semana o principios de la próxima. El gobierno y los interlocutores sociales están divididos sobre la mejor manera de relanzar las obras públicas en Italia.
Aquí están las ubicaciones principales.
CONTRATACIÓN PÚBLICA: EL MODELO GÉNOVA
El primer despliegue propone extender a escala nacional la estrategia seguida para la reconstrucción del puente Morandi en Génova: procedimientos muy rápidos implementados por comisionados extraordinarios. Apoyan este modelo el primer ministro, Giuseppe Conte, el nuevo número uno de Confindustria, Carlo Bonomi (que pidió explícitamente la suspensión del Código de Contratación) e Italia Viva. El partido de Matteo Renzi ya presentó al Ejecutivo el plan "Italia Shock", que prevé otorgar amplios poderes a los comisionados, pero bajo el control de la Autoridad Anticorrupción (Anac).
EL CÓDIGO DE ADQUISICIONES
Del otro lado de la valla está gran parte del Partido Demócrata (incluida la ministra de Transportes, Paola De Micheli), la propia Anac, los sindicatos del sector y la Asociación Nacional de Constructores de Edificios (Ance). Según este alineamiento, el modelo Génova no garantizaría la plena competencia entre empresas, por lo que lo mejor sería mantener código de la Contratación activando -al menos para lo que resta de 2020- los procedimientos de emergencia, lo que permitiría en todo caso una importante aceleración de la obra pública.
EL PROYECTO CANCELERI
Entre las dos posiciones principales está la propuesta del viceministro de Transportes, Giancarlo Cancelleri (M5S), que quisiera atribuir las facultades de comisarios a los directores generales de Anas y Rete Ferroviaria Italiana (RFI). El objetivo es desbloquear 300 obras por valor de 109 mil millones.
LAS MEDIDAS QUE VIENE CON EL DECRETO DE SIMPLIFICACIONES
Queda por elegir la estrategia general, pero el gobierno pretende incluir una serie de reglas precisas en el decreto de Simplificación para acelerar los procedimientos de contratación. En particular, dos cambios importantes deberían tener que ver con los funcionarios públicos y la privacidad. Los primeros verán reducida su carga de responsabilidad, por lo que ya no tendrán motivo para aplazar indefinidamente la firma, práctica hoy muy extendida por el temor a incurrir en denuncias por perjuicio fiscal. En el segundo frente, se racionalizarán las normas para eliminar los obstáculos que actualmente frenan el paso de documentos entre las distintas administraciones públicas.
Además, el gobierno está considerando introducir un "pasaporte de empresa", que permitiría a las empresas saber de inmediato si son elegibles para participar en una licitación.
En cuanto a la construcción, el objetivo es simplificar la emisión de permisos de vivienda y aligerar los costos de construcción. En este caso, el objetivo es desalentar la construcción de nuevos edificios en beneficio de la reurbanización (con ecobonus y seismabonus) o trabajos de demolición y reconstrucción con volúmenes inalterados.
Por último, con el decreto de simplificaciones también deberían modificarse las normas para el tendido de cables de fibra óptica ultrarrápidos y las normas sobre startups innovadoras, muchas veces obstaculizadas por las ordenanzas de las corporaciones locales.