Después de Chipre y Grecia, el sistema bancario de Bulgaria también se ha visto presionado por una corrida bancaria. Ocurrió en los últimos días, luego de que el banco central del país tuviera que tomar temporalmente el control de uno de los principales bancos búlgaros, por problemas de liquidez.
Según los analistas, una de las consecuencias más inmediatas de la corrida bancaria será una reducción de la inversión externa y, desde un punto de vista interno, un impacto negativo en la confianza de consumidores y empresas, incluso si el gobierno de Sofía ha reaccionado rápidamente a la crisis. , pidiendo a la UE ayudas estatales al sistema bancario, una inyección que ha dado un nuevo aliento a las entidades de crédito del país.
No obstante, la confianza de los inversores ya se ha visto muy afectada, con el Sofix cayendo un 5% en una semana. Bulgaria, sin embargo, se encuentra en una situación económica bastante estable, con una deuda del 22 % del PIB y un déficit del 2 %, a pesar de la fuerte deflación de precios en curso. Mientras tanto, las tres principales fuerzas políticas en el parlamento -los socialistas (BSP), los conservadores del Gerb y los liberales del partido minoritario turco DPS- acordaron celebrar elecciones generales anticipadas el 5 de octubre.
