Una vez más la monotonía de la Supervisión del BCE, ya criticada en verano por el presidente Mario Draghi, corre el riesgo de complicar en lugar de resolver las emergencias bancarias, como en el caso italiano de la venta de los Bancos Buenos, para lo cual está poniendo condiciones insostenibles que corren el riesgo de arruinar toda la operación, poniendo 1,5 millones en pérdidas para los principales bancos.
No es casualidad que Salvatore Rossi, director general del Banco de Italia, que también es vendedor de los Buenos Bancos, comentara ayer que "es un tema complejo, que puede afectar a la estabilidad financiera del país" y que, precisamente por Por ello, “el Banco de Italia tiene cuidado de que no se aireen hipótesis de contagio”, pero recordó que hay diferentes herramientas y diferentes actores en el campo para resolver el caso.
A tu alrededor, yoUbi confirma su oferta de compra por 3 de los 4 buenos bancos en resolución, es decir, para Banca Etruria, Banca delle Marche y Carichieti (en juego por ahora sólo queda Cariferrara, para la que no hay ofertas) pero sobre bases muy exigentes, es decir: calcular mil millones de euros de fondo de comercio negativo, descontar créditos fiscales por 400 millones, adoptar modelos de evaluación de riesgos diferentes a los del pasado (como afirma en cambio el BCE, que de hecho reclama una mayor dotación de capital) y hacerse cargo de los 3 bancos en resolución saneados de préstamos problemáticos (3,4 millones netos).
En esencia Ubi, que fue objeto de una discreta persuasión moral de Via Nazionale, de hecho, está dispuesto a hacerse cargo de al menos 3 de los 4 buenos bancos, pero a un precio casi simbólico y en todo caso muy bajo que, en el peor de los casos, les implica sólo un aumento de capital limitado. A groso modo pero con eficacia, el presidente de Ubi, Andrea Moltrasio, había advertido en los últimos días que el objetivo del banco es crear valor añadido y no realizar actos benéficos.
Por eso, en la cumbre celebrada el lunes en el Tesoro con el Banco de Italia y el mundo del crédito, surgió la hipótesis de que hacerse cargo de los NPL de los buenos bancos tomar el campo el fondo Atlante y otros fondos especializados. Una operación que podría facilitar la venta de los Buenos bancos, por la que ansía la Comisión Europea (a diferencia de la Supervisión del BCE, cuya intransigencia corre el riesgo de alargar los tiempos), pero el camino sigue cuesta arriba y el nerviosismo cunde entre los grandes bancos, que temen tener que pagar más dinero.
Pero que los bancos Good y el caso Mps fueran, junto con la ampliación de capital de Unicredit y el difícil relanzamiento de los bancos del Véneto, las espinas del otoño de los bancos italianos hacía tiempo que se entendía. En todo caso, la crisis de Deutsche Bank y Commerz ha tenido el efecto de hacer más preocupante el panorama general de los bancos del Viejo Continente.