El primer ministro rumano Victor Ponta dimite de su cargo y con él todo el gobierno de Bucarest. La dimisión del primer ministro se produce tras la fuerte polémica desatada por el incendio de una discoteca que provocó la muerte de 32 jóvenes. Tras el incidente, 20 personas se manifestaron contra el ejecutivo de Bucarest, acusando a las autoridades de no llevar a cabo los controles necesarios sobre las normas de seguridad en los lugares públicos. Los manifestantes exigieron la renuncia del primer ministro Victor Ponta, del ministro del Interior, Gabriel Opres, y del presidente del distrito donde está ubicado el club.
El incidente ocurrió en Bucarest la noche del 30 de octubre en el club Collectiv. Un espectáculo de fuegos artificiales provocó un incendio en el interior del recinto que costó la vida a 32 jóvenes y dejó heridos a más de 180. En pocos minutos el fuego provocó un infierno con los aproximadamente 400 jóvenes presentes que desesperados intentaron salvarse por la única vía de salida disponible.
Los tres propietarios de la discoteca fueron sometidos de inmediato a un arresto de 24 horas por cargos de homicidio voluntario. El lunes se anunció la detención de uno de los tres, por homicidio culposo, por no garantizar las medidas de seguridad necesarias. El martes fue el día de la manifestación de más de 20 personas que convencieron al gobierno de renunciar.
