Sería un verdadero punto de inflexión en una larga historia de casi 8 siglos. La Universidad de Oxford, buque insignia y punta de lanza de la cultura inglesa, podría abrir una sucursal en Francia.
Incluso la universidad más antigua del mundo, por otro lado, necesita recaudar fondos y el Brexit podría ejercer presión sobre el presupuesto de una de las universidades más famosas del mundo. Por ello, ya se están estudiando contramedidas que permitirían a Oxford seguir recibiendo los fondos y facilidades que proporciona la Unión Europea. No hablamos de céntimos, sino de programas como Horizon 2020, que aporta una financiación de unos 2 millones de libras.
Entre las diversas opciones en el campo, según informa el diario Daily Telegraph, una estaría pensando en construir un campus en el corazón de París, un verdadero revés para los británicos de línea dura que, cuando votaron por la "salida", ciertamente no esperaban tener que renunciar a parte de su "soberanía universitaria".
Según informó el diario inglés, ya habría habido contactos con algunos miembros del gobierno francés. La idea sería construir un campus en París para trasladar algunas carreras a la capital transalpina, creando programas de investigación conjuntos. Las obras podrían comenzar en 2018. "Oxford siempre ha sido una universidad internacional y la intención es permanecer abierta sea cual sea el panorama político del futuro", dijo un portavoz de la universidad británica.
Pero la Universidad de Oxford puede no ser la única en "emigrar" en caso de un Brexit duro. Los contactos entre Londres y París afectarían también a otras importantes universidades, entre las que figuraría Warwick. Jean-Michel Blanquer, exdirector general del ministerio francés para las escuelas que actualmente ocupa el cargo de rector de la École Supérieure des Sciences Économiques et Commerciales, confirmó las negociaciones en las que también participaría la Comisión Europea. Según ha declarado, el nuevo campus podría nacer junto con la Université de Paris Seine, que ya aglutina varios centros superiores de investigación. “es una oferta concreta – subrayó Blanquer -. Queremos decirles a las universidades británicas que podemos seguir construyendo puentes entre nuestras culturas y naciones y que el Brexit también puede ser bueno para ellas".
