El gobierno británico ha suavizado las restricciones de inmigración para estudiantes extranjeros matriculados en universidades del Reino Unido. Según las nuevas reglas del Ministerio del Interior, todos podrán permanecer en el país durante dos años, incluso después de graduarse, si así lo desean, para tener tiempo de buscar un trabajo estable.
La nueva ley levanta las restricciones establecidas por Theresa May, que requería que los estudiantes universitarios extranjeros con visas de estudiante abandonaran Gran Bretaña dentro de los cuatro meses posteriores a la graduación.
Mientras tanto, un Tribunal de Apelación de Edimburgo ha declarado ilegítima la suspensión del Parlamento británico hasta el 14 de octubre decidida por el primer ministro Boris Johnson. Con este fallo, los tres jueces anularon un fallo anterior de que los tribunales no tenían poderes para interferir con las decisiones políticas de Downing Street.
El caso, que surgió de una denuncia presentada por 75 diputados opositores, ahora debe ser examinado por la Corte Suprema. Para el Tribunal de Apelación de Edimburgo, la medida del primer ministro es ilegítima porque simplemente pretende "obstaculizar el trabajo del Parlamento". Las razones del fallo se publicarán en su totalidad el viernes.
