“Los bancos europeos tienen que decidir cómo lidiar con el Brexit y prepararse para lo peor sería apropiado”. Sabine Lautenschlaeger, número dos en supervisión bancaria del BCE, no se anda con rodeos al hablar ayer en Frankfurt.
“Hemos hecho los deberes y junto con las autoridades nacionales hemos desarrollado un plan para abordar el Brexit desde el punto de vista de la supervisión”, añadió, precisando que “el mensaje más importante es que nos apegaremos a nuestros estándares”.
Lautenschlaeger subrayó entonces que el BCE "resistirá cualquier intento de rebajar los niveles de supervisión", porque "todos los bancos de la Eurozona deben cumplir unos estándares de calidad: no importa si proceden del Reino Unido o de cualquier otro lugar".
Finalmente, los bancos que operen en la Eurozona deben ser compañías bancarias “reales” y “no ficticias”, es decir, deben “disponer de una división local específica para la gestión de riesgos, suficiente personal local e independencia operativa”, concluyó Lautenschlaeger.
