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Brescia, elecciones contra la luz: fue la miopía del centroderecha la que allanó el camino para la victoria de Castelletti

La incoherencia y el diletantismo del centroderecha, incapaz de conectar con la ciudad, fueron la verdadera clave del resultado electoral que facilitó el éxito del centroizquierda y la afirmación de la nueva alcaldesa Laura Castelletti, que se ha quedado sin partido por diez años

Brescia, elecciones contra la luz: fue la miopía del centroderecha la que allanó el camino para la victoria de Castelletti

A poco menos de una semana de la votación y 24 horas de la pochade que obligó al nuevo alcalde de Brescia Laura Castelletti de aplazar un día la designación oficial por falta de papel de la imprenta de la Oficina Electoral, la prosa necesaria para montar la nueva administración toma con fuerza el lugar de la poesía de una clara victoria de la coalición reunida en torno al PD. Mano a mano, las oposiciones derrotadas también parecen estar experimentando una parálisis que es el preludio de un enfrentamiento entre las alineaciones aliadas.

Castelletti: hace 10 años en la Giunta sin partido

Laura Castelletti (no lo olvidemos) ha estado sentado en el consejo durante 10 años sin referencias directas a un partido si no una vaga militancia juvenil socialista, formada en la escuela de Ettore Fermi, el arquitecto que durante más de 30 años ha dirigido y guiado el desarrollo urbano de la ciudad con despachos profesionales interpuestos. Esta vez la Nuestra tendrá que hacerlo todo sola iniciando una desentrañar cuestiones políticas que asoman de hora en hora en su sólida y gran mayoría. Primero en un PD que reclama la mayoría de los miembros para sí mismo de Giunta y un papel central para sus miembros recién elegidos que combinan el número de preferencias con la extrañeza de la membresía. Por otro lado, la costilla muy sensible del Mundo católico y democratacristiano heredado de Mino Martinazzoli y vigorizado por la década de alcalde saliente Emilio Del Bono tiene la intención de reaccionar enérgicamente al cambio de línea del Partido lanzado hacia la izquierda también en la ciudad por la secretaría de Schlein y por los retornos combativos del artículo 1. en la galaxia de listas aliadas la solicitud no es menos. Esperábamos la noticia en el Consejo de una señora de Brescia que hacía tiempo que se había mudado a Bruselas para trabajar en la secretaría de Emmanuel Macron y su despliegue Renew Europa. La señora, indicada por Calenda, se apresuró a declarar que quería dimitir del Ayuntamiento y regresar de inmediato a Bélgica donde le esperaban hijos, familia y trabajo. La subrogación del segundo elegido no sería problema alguno si no fuera por la larga y engorrosa sombra de Mariastella Gelmini listos y decididos a vengarse y reclamar. Hay de fondo, como una tormenta, un activismo de Emile Del Bono en alianza con la de Bérgamo y otras ciudades lombardas con el objetivo de reforzar una alianza para evitar que Schlein extendiera sus manos sobre sus raíces tradicionales en las provincias blancas de Lombardía. Veremos.

El silencio de los vencidos

entre la derrotado el silencio se hace ruidoso. Incluso en las confidencias los análisis de la derrota en seco son escasos y aproximados. Ni siquiera las razones de un triunfalismo repartido a manos llenas hasta que la víspera encuentre su propio ¿por qué? ¿Se pensó acaso en poder remontar el río 15 años después de la conquista de la Logia sin haber arado y luego vuelto a sembrar el suelo de la sociedad civil, económica y cultural de las Ciudades? Las razones y fortalezas de esa victoria ciudadana aislada nunca han sido estudiadas en profundidad, prefiriéndose mantener vivas las glorias de aquella temporada para garantizar a unos pocos los cada vez más escasos espacios políticos de la Ciudad. En ese momento (si licet) se sumaron al candidato de CL el motor de un Berlusconi combativo, el reinado de Formigoni en la Región y el poder organizativo, económico y fidelizador de la Compagnia delle Opere: tan fuerte e intrigante como para ocupar con uno de sus altos directivos incluso la dirección general de la poderosa Asociación Industrial de Brescia. Sobre estos pilares se añadió, en vísperas de las elecciones, el respaldo público de jose camadini, la otra cara del Jano económico-político-religioso que tenía el perfil indiscutiblemente opuesto en Giovanni Bazoli: ¡perfiles que no están en conflicto sino que convergen en unum! Bueno, todas estas condiciones no existen desde hace años. Revivir los triunfos de ciudadanos de antaño con una fotografía de personajes caducos inmortalizados en torno a Rolfi sonaba a la antesala del fracaso registrado en pocos días. En estos diez años (salvo FI que ha perdido el resultado electoral de Meloni) alineación centro-derecha no sólo no ha sido capaz de renovarse sino que no ha sido capaz de abrirse a los nuevos motores de la sociedad de la ciudad ya identificados en el sector servicios y terciario. Las dos universidades. Los dos grandes hospitales de la ciudad. Órdenes Profesionales. Motores económicos como el A2A multimotor o el BresciaMobilità. Estos son los sujetos que determinan y rigen el crecimiento y desarrollo del capital tras la desaparición definitiva de los bancos seculares como San Paolo y Credito Agrario. ¿Qué han podido hacer los hombres del centroderecha de la ciudad si no reclamar algunos escaños en las Juntas Directivas donde por Estatuto era un hecho obligatorio? Allá prueba electoral de esta miopía o desatención obstinada a las nuevas dinámicas sociales? Los grandes municipios de la Provincia en la misma vuelta electoral que en Brescia movieron armas y bagajes al centro-derecha.

Laura Castelletti tendrá cómo comprometerse en los próximos años. Seguramente porque los hechos determinarán una fuerte rotación de sus interlocutores y de sus adversarios.

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