La comisión especial integrada por 65 diputados decidió de la noche a la mañana continuar con el procedimiento para el juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Hubo 38 votos a favor, 27 en contra.
El proceso pasa ahora a la Cámara, que para el domingo deberá establecer en la asamblea plenaria, por mayoría de dos tercios, si Dilma debe ser juzgada y posiblemente condenada por violar la ley de obligaciones tributarias. Si esto sucede, el proceso continuará en el Senado y Rousseff será suspendida de sus funciones.
Según la última encuesta, el 61% de la población brasileña estaría a favor de destituir a Dilma y el 58% también del vicepresidente Michel Temer.
El propio Temer cometió un terrible error al publicar en línea el discurso que pronunciaría en caso de que el Parlamento votara a favor de la destitución de Dilma Rousseff. Los despachos de la vicepresidencia se justificaron diciendo que “el discurso se publicó por un error provocado por el teléfono móvil”.
Temer asumiría automáticamente la presidencia si, después de la Cámara, el Senado vota para abrir un proceso de juicio político contra Rousseff. En su discurso, difundido prematuramente, Temer escribe que "la misión es calmar y unir al país".
