Los ojos del mundo están puestos en Brasil, a la espera de ver cuál será la decisión del expresidente Lula da Silva. A pocas horas del vencimiento del ultimátum del juez Sergio Moro. Lula tendrá hasta las 17 horas (22 horas en Italia) para "entregarse voluntariamente" a la Policía Federal en Curitiba -evitando la vergüenza de un arresto público- y comenzar a cumplir la condena de 12 años por corrupción. Pero el expresidente no parece dispuesto a hacerlo.
Según los últimos rumores, Lula esperará a que la policía lo detenga en la sede del sindicato metalúrgico Abc en Sao Bernardo dos Campos, en las afueras de Sao Paulo, donde miles de personas se han concentrado para manifestarse y apoyarlo.
“Si lo quieren agarrar, que lo vengan a buscar aquí, en medio de su gente – dijo el senador del Partido de los Trabajadores (PT), Lindbergh Farias, refiriéndose a la sede del sindicato -. Lula es inocente, y un inocente no se entrega así”.
El ex jefe de prensa de Lula, Ricardo Kotscho, también confirmó su intención de no entregarse, en una breve entrevista con el diario Folha de Sao Paulo.
Recordamos que la orden de prisión fue dictada en la tarde de ayer para el exmetalúrgico que asumió la presidencia al frente de su Partido de los Trabajadores, luego de que la Corte Suprema de Brasil rechazara el recurso que presentó. El 24 de enero, Lula fue condenado a 12 años de prisión por la Corte de Apelaciones de Porto Alegre por corrupción y lavado de dinero. Según los jueces, el expresidente recibió un departamento de tres pisos en la ciudad costera de Guarujà. del gigante de la construcción OAS, como anticipo de un soborno de $2,2 millones a cambio de garantías sobre importantes contratos en la petrolera estatal Petrobras y otras obras públicas.
