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Brasil: Covid da miedo y Bolsonaro ya no gusta

Con 200 muertos por Covid y unos 40 millones de personas bajo el umbral de la pobreza, Brasil se tambalea y el polémico presidente Bolsonaro se hunde en las encuestas

Brasil: Covid da miedo y Bolsonaro ya no gusta

Ha pasado casi un año desde el inicio de la pandemia, pero ahora la popularidad del presidente de Brasil comienza a tambalearse. Aquí estoy. El país sudamericano ha superado recientemente el umbral de 200 mil muertos y es uno de los más golpeados también por la crisis económica, ya que según un estudio reciente del Ministerio de la Ciudadanía hasta 14 millones de familias, es decir, unos 40 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza. Un dato alarmante, para un país que hace una década había sido el motor de Sudamérica, y que estuvo unos meses "esterilizado" gracias a las subvenciones de 600 reales mensuales (unos 90 euros) que el propio Bolsonaro había destinado como una respuesta a la emergencia, mientras la niegan desde el punto de vista sanitario. Pero en diciembre se terminó el programa de ayuda y no es casualidad que una encuesta muy reciente, fechada el 22 de enero, viera caer el índice de aprobación del presidente del 37 al 26%.

Y, sin embargo, hasta hace unas semanas la cifra seguía siendo muy alta, a pesar de las evidencias de una gestión desastrosa. Muchos recordarán las declaraciones delirantes de Bolsonaro sobre el covid la primavera pasada, cuando lo llamó "una pequeña gripe" y descartó la tragedia diciendo que "tarde o temprano todos moriremos". Ni el positivismo registrado por el presidente el pasado verano le hizo cambiar de opinión, y pese a todo aún en septiembre (cuando el virus ya había causado 100 muertos en el país) El 40% de los brasileños incluso consideró excelente el trabajo del excapitán del ejército. Ahora, sin embargo, la marea está cambiando: los subsidios terminaron y la emergencia estalló nuevamente en la Amazonía, especialmente en la capital Manaos, donde hace unos días ni siquiera había oxígeno para asistir a los pacientes en los hospitales. Oxígeno que luego llegaba de la Venezuela de Maduro.

Además, Bolsonaro está perdiendo golpes en el partido de la vacuna. Después de haber negado su utilidad, diciendo que él no lo habría hecho y que "los brasileños no serán los conejillos de indias de nadie", tuvo que volver sobre sus pasos en parte y recientemente el Ministerio de Salud finalmente lanzó una campaña, dando la razón a los chinos Sinovac. laboratorio para la producción en Brasil de 100 millones de dosis. Sin embargo, la vacuna china es considerada una de las menos fiables, dado que la eficacia anunciada inicialmente era del 78% (muy inferior al 95% del suero de Pfizer distribuido en Europa), rebajada posteriormente incluso al 50%. Es decir, en uno de cada dos casos la vacuna no sería efectiva para proteger contra el Covid. Sin embargo, la medida fue sobre todo política, porque antes del ministerio había intentado lanzar la campaña el gobernador del estado de São Paulo, Joao Doria, un exponente centrista cuya popularidad está creciendo tanto como para convertirlo probablemente en el retador de Bolsonaro en las elecciones presidenciales de 2022.

Precisamente por eso Bolsonaro quiso anticipar la época de Doria, pero de momento esto no le basta: tras casi un año de negativismo, 200 muertos y una población reducida a la inanición, para él parece casi la hora del enfrentamiento.

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