Para paliar la crisis que afecta a Italia y que se ve agravada por la falta de credibilidad de la clase política y del Gobierno ante los mercados, el líder de la Lega Umberto Bossi ha decidido reabrir el voluminoso registro de estupideces del valle del Po, evocando, una vez más, el espectro cansado de la secesión. De las fuentes del Po, el inefable líder de la Liga Norte no encontró nada mejor que decir: "Italia se hunde, la alternativa es Padania". Si no fuera el líder cada vez menos creíble de un partido decisivo para el destino del gobierno, no valdría ni la pena prestar atención a las últimas páginas de las tonterías de Bossi.
Sin embargo, cuatro preguntas surgen espontáneamente: 1) si Italia se hunde, ¿tiene alguna responsabilidad el gobierno de turno o vive siempre en la luna? 2) ¿Sigue siendo la Lega parte del gobierno de Berlusconi o ya ha decidido separarse? 3) ¿Roma es ladrona solo los fines de semana o también en otros días de la semana cuando Bossi y sus hombres pastan en la capital y disfrutan descaradamente de todos los privilegios del Palacio? 4) ¿Sigue siendo Carnaval en septiembre en la querida Padania?
