Siempre ten cuidado con lo que deseas, porque podría hacerse realidad. El viejo chiste vuelve a ser noticia: aquellos que, tras repostar combustible o pagar la factura de la calefacción, suspiraban esperando que bajara el precio de la energía, se han dado por satisfechos. Pero la caída fue tan rápida que generó incertidumbre sobre el impacto que sufrieron los productores de energía, tanto en los países ricos como en los emergentes.
Junto con el resurgimiento de las preocupaciones sobre la crisis griega, los mercados se volvieron negativos, con un día desastroso ayer tanto en Europa como en América. Las repercusiones llegaron a Asia esta mañana, agravadas por la recuperación del yen que limita las ganancias de competitividad de la moneda japonesa. Incluso el aumento en el mercado de valores chino se ha detenido.
El euro se recuperó levemente, hasta los 1,196 dólares, mientras que el oro se benefició del ambiente de crisis y volvió a superar los 1.200, alcanzando los 1206 dólares la onza a primera hora de la tarde japonesa. La bajada del petróleo no parece acabar, que se sitúa justo por encima de los 50 $/b (WTI – 53,3 para el Brent). Pero Arabia Saudita ha fijado precios del petróleo más altos para Asia, lo que tal vez indica que la caída ha sido demasiado.
Los futuros de Wall Street no se están recuperando.
