Telecom Italia cada vez más en rojo en Piazza Affari. Al final de la mañana, la acción estaba suspendida en una subasta de volatilidad con una caída del 4,94%, a 0,6825 euros. Esta es la peor actuación de todo el Ftse Mib. Por otro lado, los precios del grupo de telecomunicaciones han subido algo menos del 50% desde los mínimos alcanzados a finales de agosto.
Sobre las acciones del grupo TLC pesan hoy algunos rumores de prensa: según informa Corriere della Sera, entre las hipótesis de trabajo de cara a la actualización del plan que será presentado al Consejo de Administración el 7 de noviembre, estaría la renuncia al dividendo de este año.
Mientras tanto, ya ha comenzado la recogida de representaciones con vistas a la reunión que deberá convocar el próximo Consejo de Administración. El accionista Marco Fossati, que posee el 5% del capital, busca el apoyo de los principales inversores institucionales para provocar durante la reunión un cambio en la Junta Directiva, que él mismo solicitó. Telefónica también ha tomado ya medidas contratando a Georgeson, una empresa americana especializada en la recogida de poderes para votar en juntas de accionistas.
Las indicaciones de Telco sobre el nuevo presidente de la compañía en sustitución de Franco Bernabè van perdiendo cuota, dado que el directivo podría tener una vida corta (la junta de accionistas podría revocar a los consejeros elegidos por el accionista de referencia, cuyo comité de nombramiento se reúne hoy).
Mientras tanto, aumentan las expectativas por el plan industrial que el gerente general Marco Patuano prepara para presentar al Directorio, ahora en América del Sur, para concretar la estrategia sobre activos en el exterior. El directivo también tendrá que presentar sus hipótesis de desarrollo al presidente del Gobierno, Enrico Letta, quien tiene previsto reunirse con el número uno de Telefónica, César Alierta.
En este complejo panorama, no está claro cuál será la posición del Gobierno ante la posible modificación de la ley Draghi sobre la OPA, que podría cambiar las cartas sobre la mesa de Telefónica, imponiendo límites más estrictos que los contenidos en el TUF.
