Los mercados italianos han sufrido numerosos sobresaltos en los últimos meses: el incierto escenario político era solo la punta del iceberg. Según Alessandro Tentori, Director de Inversiones de AXA Investment Management Italia, de hecho, incluso durante el verano "continuará el período de incertidumbre en los mercados, relacionado tanto con la duración real de un ciclo económico que parece maduro en los Estados Unidos, como a la sostenibilidad del crecimiento de la Eurozona en un escenario de desaceleración global”. Estos temores continúan, dice Tentori, "a pesar de la estabilización de los fundamentos económicos después de una desaceleración en la primera mitad del año".
Las implicaciones negativas se destacaron sobre todo en el segundo trimestre tras un aumento marcado, y hasta cierto punto inesperado, del riesgo país, así como una corrección en los indicadores económicos adelantados. Por ejemplo, el PMI cayó de 59 en enero a 53 en mayo, estableciéndose aún alrededor de los promedios históricos a largo plazo, confirma Tentori.
Si bien por el momento el riesgo país no influye en las decisiones y planes de inversión de las empresas, también es cierto que la prolongación de esta fase de incertidumbre podría dañar los agregados económicos, frenando así el crecimiento por encima de lo esperado en 2019.
Según la gestora de inversiones, “el panorama económico del país se sitúa en una economía global sólida, que a pesar de los diversos brotes de riesgo se espera que crezca un 3,9% durante 2018”.
Según las previsiones de AXA, informa Tentori, "se estima que el crecimiento del PIB italiano estará ligeramente por encima del consenso de los analistas, tanto para este año (1.5%) como para 2019 (1.4%)". El destino de Italia va de la mano con el de todos los países miembros de la Unión Europea: “Debe señalarse necesariamente que estos importantes temas no son una peculiaridad de la economía italiana, sino que son compartidos por varios países miembros de la Unión Europea. Unión”, concluye Tentori.
