Palabras libres. No fue cualquiera quien las dijo sino el presidente de la Comisión de Presupuestos de la Cámara y responsable económico de la Liga, Claudio Borghi, según el cual Italia "con su propia moneda resolvería la mayoría de sus problemas". Eso fue suficiente para causar una sacudida en el euro, que cayó medio punto porcentual, a su nivel más bajo en las últimas cinco semanas. De hecho, la moneda única tocó los 1,1525 dólares, el nivel más bajo desde el 21 de agosto. El euro también perdió terreno frente al franco suizo, a menudo comprado como activo refugio en tiempos de turbulencia del mercado, a 1,1347 francos.
La guerra de palabras, precisamente la estigmatizada por el presidente del BCE Mario Draghi que había advertido a Italia invitándola a dosifica las palabras por el daño que pueden producir en los mercados, ataca de nuevo. Y lo hace precisamente en un momento de fuerte tensión entre Europa, que anuncia un ajuste presupuestario para no poner en riesgo al euro, y nuestro gobierno que ha presentado una actualización del Def (Documento de Economía y Finanzas) abiertamente fuera de los estándares europeos. Además, el dólar sigue fortaleciéndose en los mercados tras los buenos datos de evolución de la economía estadounidense y tras la renovación del maxi acuerdo comercial entre EE.UU., Canadá y México. El "índice del dólar", registrado por Reuters, subió un 0,3% a 95,542, tratado en el nivel más alto en tres semanas.
ACTUALIZACIÓN
“Italia es un país fundador de la Unión Europea y de la Unión Monetaria y me gustaría reiterarlo: el euro es nuestra moneda y es indispensable para nosotros”. El primer ministro, Giuseppe Conte, lo escribe en Facebook. “Cualquier otra afirmación que proponga una valoración diferente -señala- debe ser considerada como una opinión libre y arbitraria que nada tiene que ver con la política del Gobierno que presido, porque no está contemplada en el contrato de la fundación. de esta experiencia de Gobierno".
