Bayer cerró 2016 con un beneficio neto de 4,53 millones, un 10,2% más que en 2015. El beneficio por acción fue de 5,44 euros. Los ingresos, por su parte, alcanzaron los 46,8 mil millones, para un aumento del 1,5%.
Sin embargo, a tipos de cambio constantes y excluyendo los efectos de la cartera de productos, la facturación del gigante químico alemán se habría incrementado un 3,5%.
A finales de 2016, la deuda neta de Bayer se había reducido a 11,8 millones de euros, frente a los 17,45 millones de principios de año. Las actividades operativas de Bayer generaron un flujo de caja de 8,26 millones de euros durante todo el año.
Estrechando nuestra mirada solo al cuarto trimestre de 2016, Bayer logró un resultado neto positivo de 453 millones, un 26% menos que el año. El resultado, que se vio afectado por partidas extraordinarias como los costes de reestructuración y los de litigios judiciales, es peor que los 712 millones del consenso del Wall Street Journal.
Sin embargo, en los tres meses hasta el 31 de diciembre, el gigante químico alemán registró un EBITDA ajustado del 13,7% hasta los 2,18 millones de euros, frente a un aumento del 4,6% en los ingresos hasta los 11,82 millones.
