Ahora es oficial: Leonardo Bonucci, defensa de la selección y hasta ayer entre los líderes del vestuario de la Juventus, equipo con el que ganó seis campeonatos consecutivos, es jugador del Milán. El viterbeño de 30 años llegó a la hora del almuerzo a la Casa Milán, donde lo esperaban cientos de hinchas dispuestos a celebrarlo: un trato que hasta hace unas horas parecía increíble luego se materializó con la firma del contrato que vinculará a Bonucci al club del AC Milan durante 5 años con un salario de 7,5 millones netos por temporada (+2,5 de bonificación).
Bonucci vestirá la camiseta con el número 19, según la tradición de Juventus y Azzurri: es el número elegido hace años con su motivador Alberto Ferrarini. Con la Juventus, ahora exequipo del central, la operación se cerró sobre la base de 40 millones (+2 bonus), sin contrapartidas técnicas (La primera oferta de Milán había sido alrededor de 30-35 millones más posiblemente el precio de Mattia De Sciglio). Bonucci también pidió y consiguió ser el capitán.
El defensa, estimado por media Europa y en los últimos meses también muy cercano al Manchester City y al Chelsea, deja la Juve tras un ciclo triunfal compuesto por 6 campeonatos, 3 Copas de Italia, 3 Supercopas de Italia y dos finales de Champions. Que este no es un día muy feliz para la Juventus lo demuestra también el comportamiento de la acción en Bolsa, que evidentemente se ve afectado por la fuerte venta: tras la avalancha de acciones de los primeros meses de 2017, que en paralelo con las victorias en el campo que hacen que el título valga casi un euro en mayo, hoy a media tarde la pérdida es superior al 3% a 0,5615 euros.
