Una empresa se traslada al extranjero pero luego decide volver a casa. Noticia que suele ser bien recibida si el país extranjero, en este caso, no fuéramos nosotros. La próxima versión de los estabilizadores de cola del Boeing 787 ya no se fabricará en Italia. Así lo informó el sitio del diario estadounidense Seattle Times. Para la planta de Alenia en Foggia -si se confirmara la noticia- sería un golpe mortal, porque los estabilizadores de cola de la serie Dreamliner 787/8 nacen en la planta de Borgo Incoronata y luego se ensamblan en el centro de Boeing en Seattle, después un largo avión desde el aeropuerto de Grottaglie.
La fuente que cita al periódico estadounidense es bastante autorizada. Es el gerente comercial del gigante estadounidense, Jim Albaugh, quien se pronunció al respecto durante una reunión con analistas de Wall Street, junto a él el comandante en jefe de Boeing, Jim McNerney, presidente del directorio. Los dos gerentes hablaron de su experiencia italiana ligada a la producción de partes importantes del nuevo avión, ya retrasada por al menos dos años (las unidades de producción del fuselaje y los estabilizadores de cola están ubicadas en Puglia).
La ocasión para este anuncio fue proporcionada por la conferencia anual de inversores de Boeing celebrada la semana pasada en el hotel Fairmont Olympic de Seattle.
Según McKerney, la decisión se debe al mayor costo de supervisar la producción en el extranjero. La próxima versión del Dreamliner se ensamblará en un 70 % en los Estados Unidos, frente al 50 % actual.
