Las innovaciones tecnológicas, como los robots industriales o las tecnologías blockchain, la IA y el IoT, son cada vez más determinantes en los procesos productivos, tanto que inducen a muchos analistas a plantear la hipótesis de que estamos ante una auténtica “nueva revolución industrial” en marcha. Las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías digitales están cambiando no solo los sujetos y el objeto de las transacciones comerciales, sino también la forma en que se comercian los bienes así producidos. Entre las innovaciones tecnológicas que tienen mayor impacto en los procesos productivos, reportadas porFederación Internacional de Robótica, se encuentra el uso de robots industriales en las empresas, cuyo número de unidades instaladas a nivel mundial pasó de 178 a 290 mil entre 2013 y 2018. Los países que, ya en la última década, han experimentado un mayor uso de robots en la manufactura son Japón y Corea del Sur Según datos de Eurostat, en 2018, el 7% de las empresas de la UE utilizaron robots industriales: la cuota sube al 25% para las empresas de más de 250 empleados, mientras que no supera el 5% en las pymes. Los países de la UE con mayor prevalencia de robots industriales son España (11% de las empresas), Dinamarca y Finlandia (10%). Italia se encuentra entre los diez primeros países por grado de penetración, es decir, por el número de robots por cada mil empleados: El 8,7% de las empresas con más de 10 empleados utilizan robots, un nivel que se triplicó con creces entre 2009 y 2014. Si para las pymes la cuota es del 7,4%, para las de más de 250 empleados la cuota asciende al 26,2%.
Estudios recientes de la OCDE y la OMC han analizado algunos de sus efectos, en particular sobre las formas en que los actores económicos ingresan a los flujos comerciales, o sobre la gestión de la logística y los costos de transacción. En particular para el sector agroalimentario, se han identificado gran potencial para la reducción de costos asociado con la demostración de cumplimiento de los estándares de la industria, o la capacidad de entregar rápida y eficientemente a través de las fronteras. Un primer efecto tangible de la transformación digital es, por tanto, una reducción de la asimetría de información a favor de un aumento de la confianza entre los actores involucrados en la cadena agroalimentaria, tanto públicos como privados. Los beneficios también afectan a algunos nodos de la propia red productiva, como las industrias de procesamiento de alimentos y los minoristas finales, que pueden mejorar la planificación logística y demostrar el cumplimiento de los requisitos de sostenibilidad.
Si lo analizamos datos sobre las exportaciones italianas actualizados a noviembre pasado, las exportaciones de bienes se contrajeron un 4,2% en comparación con el mes anterior debido a la debilidad general de la demanda, donde pesa sobre todo el dato negativo de la industria naval, mientras que solo la tendencia al descenso de la mecánica instrumental, metales y electrónica influye negativamente en el resultado en dos puntos porcentuales. La demanda de los países de la UE sigue siendo tímida, con las únicas excepciones de Francia (+2,3% entre enero y noviembre) y el Reino Unido (+5%), donde los productos farmacéuticos están creciendo con fuerza. Ligera contracción en Alemania y España (primer y cuarto mercado de destino de las exportaciones italianas). En el área extracomunitaria se confirmó la demanda positiva de Japón, Suiza y EE.UU.; buenas señales también de los países de la ASEAN (+6,1%) y Rusia (+4,5%). Caen las exportaciones a China y Mercosur. Las ventas a Moscú crecen a buen ritmo apoyadas sobre todo en la industria farmacéutica (+138% interanual en los once primeros meses de 2019), la ingeniería mecánica y los productos metálicos. Las exportaciones a los EE. UU. continúan expandiéndose gracias al desempeño positivo en casi todos los sectores, excepto en el sector automotriz: este último, junto con los trenes y el material rodante, son en cambio los únicos sectores de bienes de inversión en los que las exportaciones italianas hacia Mercosur está creciendo, mientras que los productos alimenticios (-6,1%) y los químicos (-2,4%) pesan negativamente.
En cuanto a las principales agrupaciones de industrias, los bienes de consumo se confirman como los más dinámicos (+8,4% en los primeros once meses), gracias sobre todo a los bienes no duraderos (+9,9%); el crecimiento de las exportaciones de bienes de consumo duradero sigue siendo moderado y en descenso (+1,6%). Tras el buen comportamiento de octubre, la exportación de bienes de equipo vuelve a caer (-1,5%), que sigue afectada por la incertidumbre del entorno global. Una vez más, Las ventas transfronterizas del sector farmacéutico fueron muy positivas con excelentes comportamientos tanto en mercados avanzados (en particular Alemania, EE.UU. y Japón) como emergentes (sobre todo China e India). Los productos metálicos también se comportaron bien, por debajo de los mercados europeos pero impulsados por la zona extracomunitaria (Suiza, Turquía, Japón e India). Por otro lado, las exportaciones italianas de vehículos de motor se redujeron, con resultados particularmente negativos en China, Alemania, España y EE. UU.
En este escenario, elObservatorio Agroalimentario Inteligente del Polimi y Agrifood Monitor de Nomisma realizaron encuestas sobre la aplicación de soluciones 4.0 en más de mil empresas agrícolas italianas: aproximadamente la mitad de los encuestados declararon que utilizan cada vez más las tecnologías digitales para controlar los costos y aumentar la producción. Las herramientas digitales más frecuentes se traducen en plataformas online, gracias a la cual los operadores pueden: rastrear el proceso de producción y el cumplimiento de las normas de calidad y fitosanitarias, recibir información actualizada sobre metodologías y certificaciones requeridas por la normativa, ponerse en contacto con otros socios potenciales. Además, blockchain se está extendiendo cada vez más como una herramienta digital para aumentar la seguridad alimentaria y la trazabilidad a lo largo de la cadena de suministro. La disponibilidad inmediata de grandes cantidades de datos relacionados con los productos y las tecnologías informáticas avanzadas para procesarlos en poco tiempo, entonces, agilizan los procedimientos aduaneros al facilitar los intercambios: según datos de la CESPAP, los tiempos y costos de las exportaciones asiáticas se han reducido así en un 44 %. y 33% respectivamente: este aspecto parece bastante relevante en la caso concreto del sector agroalimentario, que por un lado está sujeta a normas estrictas y por otro es particularmente sensible a los tiempos, debido a la caducidad de los productos comercializados. Sin embargo, la mayoría de los agricultores italianos entrevistados no invierten en herramientas innovadoras debido a la falta de recursos y al escepticismo aún generalizado sobre las ventajas reales y el potencial derivado de la adquisición e interpretación de datos.