“Una empresa no solo debe producir resultados financieros sino también ponerse al servicio del bien común”. Palabras simples, pero que tienen cierto efecto cuando las pronuncia Blackrock, el mayor fondo de inversión del mundo con sus 6.000 billones de dólares bajo gestión. Una máquina de hacer dinero, que sin embargo, como cada comienzo de año, ha enviado una carta a cada una de las empresas americanas de las que es accionista, aconsejándoles que comuniquen mejor sus estrategias y que se dediquen no sólo al beneficio.
“Para prosperar con el tiempo, dice la carta, cualquier empresa no solo debe producir resultados financieros, sino también explicar cómo pretende hacer una contribución positiva a la sociedad. Las empresas deben beneficiar a los accionistas, empleados, clientes y a toda la comunidad en la que operan. Y deben cuidar su impacto social, mostrando atención a los grandes temas actuales como los bajos salarios, el trabajo automatizado, el cambio climático. Factores que podrían debilitar su potencial de crecimiento”, dice Blackrock.
Para lograr este objetivo, Blackrock también sugiere "hablar con los accionistas durante todo el año, y no solo en las reuniones". Para fomentar este diálogo, el fondo ha decidido invertir más tiempo y más recursos: durante los próximos tres años, el equipo de gobierno duplicará su personal de 31 a 60. Tratará directamente con ellos. Barbara Novick, vicepresidenta y cofundadora de BlackRock.
