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Black Mirror: Bandersnatch, la revolución interactiva en Netflix

Con el debut de Black Mirror Bandersnatch, el cine y la televisión se preparan para una verdadera revolución: la nueva película interactiva de Netflix permite a los espectadores interactuar directamente con el desarrollo de la historia.

Black Mirror: Bandersnatch, la revolución interactiva en Netflix

Las bestias del futuro audiovisual son libres: a partir de ahora en el mundo del cine y la televisión nada podrá ser como antes y nadie es capaz de decir si será un futuro mejor o peor. Comenzó el pasado 28 de diciembre bandersnatch, la primera y nueva película interactiva de la exitosa serie Espejo Negro, esparcido por Netflix. Se trata de una importante novedad en el mundo de los contenidos en streaming porque permite a los espectadores interactuar directamente sobre el desarrollo de la historia.

El mecanismo es muy simple: inmediatamente después de un breve tutorial, durante la historia los personajes hacen preguntas o se hacen elecciones a los espectadores. Con el mando a distancia, moviendo las flechas laterales, puedes decidir hacia dónde dirigir la continuación de la historia o, a falta de elección, la película continúa con esquemas predefinidos. El modelo ya es conocido en el mundo editorial con libros interactivos donde al final de cada capítulo se propone una elección que remite a otros capítulos colocados en un orden no secuencial.

No ha pasado mucho tiempo desde que se puso de manifiesto el fenómeno de la "programación hágalo usted mismo", de la televisión no lineal, donde el espectador ya no estaba obligado a seguir la programación tradicional sino que era libre de adaptar su propia dieta mediática a sus necesidades. sus propios intereses y estilos de vida.

De esta forma, ha crecido una nueva generación de espectadores que está haciendo temblar los modelos tradicionales de emisión, lo que ha llevado a la BBC (ver el reciente Plan de Negocio 2018) a preguntarse cómo afrontar la creciente pérdida de jóvenes de sus programas. En este sentido, la revolución del mundo audiovisual está a punto de terminar y poseer algunas imágenes de bandersnatch lo resaltan de una manera muy sugerente. Hay secuencias que muestran a la vez los tres grandes ámbitos de la civilización de las imágenes: primero el cine (porque Black Mirror es una película de todos modos), luego la televisión porque todo transcurre y se puede ver en la pequeña pantalla y, por último , porque la historia de la que estamos hablando se refiere al mundo de los videojuegos y es innegable que estos últimos han contribuido, y aún lo hacen, fuertemente al desarrollo de los contenidos digitales.

Por el momento es solo un experimento del que, por supuesto, no sabremos casi nada de los resultados porque, como es bien sabido, Netflix no hace públicos los datos de audiencia. Solo conocemos el número de suscriptores, que está creciendo constantemente en casi todos los continentes: las últimas estimaciones dan más de 137 millones de contratos, de los cuales más de un millón en Italia, y los ingresos crecen a más de 4 mil millones. También sabemos (ver artículo en FIRSTonline) que mientras el mundo entero tecstream está pasando por un momento crítico en el hardware, el de los contenidos está creciendo de manera constante. Desde este punto de vista leemos el crecimiento de la atención y presencia en el mercado de otros gigantes como Amazon y Google o la nuevo polo Fox-Disney que promete poner más de 20 mil millones de inversiones en nuevos contenidos en el plato. Quien sea el propietario de las bibliotecas -en primer lugar cinematográficas- o quien sea capaz de estar en los grandes eventos puede ganar la competición (ver Cielo con el deporte).

La historia de Netflix, desde este punto de vista, es esclarecedora. Puede que no sea del todo una coincidencia que la nueva (muy exitosa) serie de La casa de papel estará ambientada en la sede de la empresa de telecomunicaciones española más importante: Telefónica mientras que en la primera serie era el Banco Central. De hecho, el corazón del negocio de la empresa de Reed Hastings es la difusión de sus productos en la red. Al principio, el juego consistía en la distribución de viejos casetes de VHS, luego de DVD, pero ahora hay un fuerte cambio en la producción de películas destinadas a diferentes plataformas, incluida la visualización tradicional en cines. Sólo en los últimos días, para subrayar el éxito de estas elecciones, la película Roma de Alfonso Cuarón ganó el Globo de oro después de ganar el León de Oro en Venecia.

El 2019 promete estar lleno de novedades para nuestro país: según lo comunicado por la empresa IT Media Consulting, se espera que el uso y consumo de contenidos televisivos a través de Internet, que ya afecta a más de 3 millones de familias en los próximos años, pueda afectar más de 8 millones de hogares. El vehículo de este desarrollo es la web, el otro auténtico gran negocio del próximo futuro audiovisual.

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