Un poco como Halloween, el Black Friday también es una tradición comercial estadounidense que se ha afianzado en (casi) todo el mundo en los últimos años, incluida Italia. El concepto básico es simple: el día después del Día de Acción de Gracias, que en 2016 significa hoy, viernes 25 de noviembre, la gente acude en masa a las tiendas y centros comerciales, donde durante 24 horas puede aprovechar descuentos alucinantes.
En comparación con el pasado, los sitios de comercio electrónico ahora son los protagonistas durante el Black Friday. Sobre todo Amazon y Alibaba, que ya han enviado millones de emails y mensajes de texto promocionales a sus usuarios (en lenguaje de marketing se llama “mail bombing”). Pero el Black Friday también le ha ido bien a Yoox, que repuntó ayer en Piazza Affari (+1,38%).
En cuanto a nuestro país, según Confesercenti, el 23% de los pequeños expositores italianos participarán en el Black Friday. Y lo hará desafiando la ley, porque está prohibido aplicar descuentos 30 días antes de Navidad (especialmente en Lombardía, Lazio y Emilia Romagna) y te arriesgas a fuertes multas. Al 33%, por otro lado, le hubiera gustado unirse, pero luego decidió posponerlo hasta el próximo año, quizás esperando reglas menos estrictas.
No en vano, la asociación de comerciantes estima que el 62% de las ventas registradas durante el Black Friday italiano estarán garantizadas por sitios de comercio electrónico y el 25% por el comercio minorista a gran escala: por ejemplo, Unieuro, que desde hoy hasta el domingo ofrece un 25% de descuento en todos productos
Las tiendas minoristas no se quedarán con más de un magro 8 por ciento. Pero con el PIB luchando por recuperarse año tras año, no es ciencia ficción imaginar que el Black Friday o una forma similar de ventas prenavideñas puedan oficializarse en Italia en los próximos años. Y sin Acción de Gracias, para alegría de los pavos.
