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Patrimonio cultural eclesiástico, de fundaciones bancarias 750 millones de euros para restauración en 10 años

Francesco Profumo, presidente de Acri, con el cardenal Zuppi, presidente de la CEI, presentó la encuesta plurianual sobre el Patrimonio Cultural Eclesiástico

Patrimonio cultural eclesiástico, de fundaciones bancarias 750 millones de euros para restauración en 10 años

En los últimos 10 años, las fundaciones de origen bancario han promovido y apoyado alrededor de 15 intervenciones para la conservación y puesta en valor de los bienes artísticos, arquitectónicos y arqueológicos en Italia. Para ello, han desembolsado más de 750 millones. La mayoría de estas intervenciones se referían a la “patrimonio cultural eclesiástico” (bce). Esta expresión se refiere principalmente a lugares (iglesias, oratorios, capillas, santuarios, cementerios, caminos), pero también a archivos eclesiásticos, imágenes sagradas, objetos litúrgicos. Estos son algunos de los datos que surgieron durante la presentación del informe”Nuevas alianzas para el cuidado y puesta en valor del patrimonio cultural eclesiástico" editado por el mulino, promovido por Comisión de actividades y patrimonio cultural de Acre en Bolonia y presentado por el presidente de acres francesco profumo al presidente de la CEI, cardenal Matteo sopas.

El proyecto “tiene como objetivo poner a disposición de los actores institucionales y sociales -centrales y locales- experiencias y materiales útiles para facilitar una mayor coordinación, desarrollar líneas estratégicas de acción compartidas, fomentar la cooperación entre los distintos sujetos que conforman el ecosistema que gira en torno a la cultura patrimonio”, explicó Profumo.

Bienes eclesiásticos: líneas de acción

El proyecto Acri ha permitido identificar tres direcciones principales en las que se mueven las Fundaciones:

1) Cambiar de lógica de respuesta de emergencia a lógica de respuesta de emergencia planificación, centrándose en la conservación planificada y el desarrollo de capacidades de los beneficiarios. Las Fundaciones están ayudando a difundir la cultura de la "conservación planificada" entre los actores involucrados en las intervenciones, como clave para el desarrollo de capacidades de las organizaciones beneficiarias de los aportes. Son intervenciones con un horizonte temporal muy largo. Más allá de la lógica de la única intervención, se difunden y consolidan mayores capacidades, con miras al empoderamiento, apoyando a las entidades beneficiarias a acceder a distintas fuentes de financiamiento, para hacer sostenibles sus intervenciones en el largo plazo.

2) Involucrar activamente a los tercer sector y las comunidades en la gestión y mejora de los BCE. Esto, además de contribuir a la usabilidad y sostenibilidad del bien recuperado, ayuda a consolidar un proceso de apropiación progresiva del bien por parte de las comunidades, haciéndolas protagonistas de su nueva vitalidad (community engagement).

3) Construir vasto alianzas territoriales, capaz de involucrar a los distintos actores y poner en línea los activos recuperados. El objetivo será cada vez más activar mesas de planificación compartidas, construir alianzas locales encaminadas a preservar y potenciar los BCE, involucrando a propietarios, gestores, AP locales, tercer sector, empresas.

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