La FIOM saca a las calles a los metalúrgicos para protestar contra la Fiat, contra las negociaciones para la reforma del mercado laboral, por la defensa del artículo 18 y en general para pedir un nuevo "modelo de desarrollo" basado en más impuestos y más inversiones estatales. Hasta ahora nada nuevo. Pero La decisión de Landini de realizar una gran manifestación capaz de coagular todos los antagonismos y de transformar la preocupación de muchos trabajadores por la crisis económica en una masa de choque potencialmente actriz de una revuelta social, ha provocado una ruptura total con el Pd de Bersani que, tomando como excusa la presencia de exponentes del No -Tav, no participará en el evento.
noticia sensacional que había estado en el aire durante algún tiempo, pero que el Pd nunca había encontrado el coraje de declarar públicamente, tratando de mantener unida su alma reformista con la antagónica. Pero ahora Fiom ha tirado demasiado de la cuerda. Entre un partido que es candidato a gobernar el país y por lo tanto debe tener ideas realistas y sentido de la responsabilidad, y un grupo de antagonistas que se contentan con testimoniar un posible camino alternativo global (que, además, cuando era y pobreza en lugar de alegría y progreso), no puede haber confusión.
Algunos intelectuales como Flores d'Arcais y Furio Colombo permanecieron junto a la Fiom, y un puñado de periodistas que se apresuran a retratar a Landini como el único representante de los metalúrgicos dejando de lado Fiom y Uilm que incluso en muchas empresas recogen la gran mayoría de trabajadores. Las consignas son ampulosas: defensa de los derechos y de la Constitución, defensa de la democracia, lucha por el trabajo. Y cuanto más sube el tono de la retórica, más se ve la pobreza de las propuestas concretas. La negativa a discutir tanto con el Gobierno como en el seno de las empresas las mejores vías para aumentar la productividad y reducir la carga fiscal supone renunciar a cualquier perspectiva de mejora salarial para los ocupados y más aún para los muchos jóvenes que se encuentran aislados del mercado laboral . En ningún caso se tiene en cuenta la advertencia del Gobernador del Banco de Italia, Visco, quien reiteró que si queremos mantener el actual nivel de bienestar debemos trabajar más, con más gente y durante más tiempo, como sólo así podremos aumentar la productividad de todos los factores, trabajo, capital y estado.
El paso definitivo de la Fiom de un sindicato extremista pero aún ligado a la lógica de la negociación, a una formación parapolítica totalmente antagónico que juega su papel más en la sociedad que dentro de las fábricas, sucedió con el choque en Pomigliano y en general con Fiat. Un choque que, paso a paso, derivó en un contrato totalmente separado para el coche y en la salida de Fiom de todas las factorías de la empresa turinesa. Visto en retrospectiva, está claro que Fiom ha iniciado un engañoso tira y afloja con el fíat más por el valor simbólico y de bandera que siempre ha tenido en el país lo que ocurre en Turín, que por el mérito de las peticiones realizadas por la empresa, dado que la propia Fiom firma convenios similares en otras empresas más pequeñas y con menor repercusión mediática. Ahora se ha tomado la vía judicial, que más allá de la imprevisibilidad de las sentencias de la judicatura, es un poco el testimonio de la incapacidad para hacer su trabajo como sindicalista.
Para disimular la derrota de uno en las fábricas, Landini ahora se erige, según escribe Flores d'Arcais, como catalizador de todas las luchas sociales que se desarrollan en Italia, favorecida en ello por el halo de mártir del sistema capitalista que, como suele ocurrir, envuelve la figura de quien condujo a las propias tropas a un callejón sin salida tras graves errores de táctica y estrategia.
También se suspendieron las negociaciones sobre el mercado laboral, una reforma esencial para superar la brecha de competitividad que nos separa de otros países desarrollados y demostrar al mundo que Italia ha emprendido el camino de una renovación que crea condiciones más adecuadas para el crecimiento. permitir que Fiom realice su propia manifestación sin poder atacar puntos específicos de un posible acuerdo. El lunes podemos empezar de nuevo a abordar los numerosos problemas técnicos que quedan por venir, a evaluar cuidadosamente los recursos necesarios para hacer efectiva la reforma de las redes de seguridad social y a entender cómo enmendar el artículo 18. Estos son temas técnicamente incluso más complejos que los políticamente complejos. No es posible aumentar los costes de las empresas y, al mismo tiempo, es necesario dar una mayor protección a quienes se quedan sin trabajo, estableciendo un sistema capaz de ofrecer a quienes se encuentran momentáneamente en paro tanto una formación eficaz como una búsqueda eficaz de empleo. trabajo alternativo. Poniendo naturalmente la obligación para el trabajador de aceptarlo bajo pena de perder la prestación por desempleo. Como podéis ver una auténtica revolución.
En este contexto, es necesario modificar el artículo 18. Por un lado, se trata de reducir el tiempo de los procesos judiciales, que en algunos casos llegaba a los 7-8 años, y en esto todo el mundo parece estar de acuerdo. Pero luego es necesario aclarar qué se entiende por "justa causa" sin dejar la interpretación a la entera discreción del juez. Esto es más complejo porque es necesario limitar el derecho al reintegro solo a los casos de despido discriminatorio y establecer una compensación monetaria para los demás casos. Son problemas difíciles. Pero si te sientas a la mesa con un espíritu constructivo para que la economía de un país vuelva a la normalidad durante demasiado tiempo, se puede encontrar la solución. Si, por el contrario, nos limitamos a agitar las calles con consignas poco realistas que perfilan un paraíso terrenal imaginario, entonces no sólo estamos condenando a los trabajadores a no tener perspectivas de mejora salarial, sino que también corremos el riesgo de hacer que todo el país se desmorone. nueva fase de repliegue y marginación.